Vecinal
La AV Pastoreta y la de Monestir de Reus reclaman más limpieza en las calles
Las dos asociaciones creen que falta personal en el servicio y que se priorizan otras zonas de la ciudad
Vecinos de los barrios Pastoreta y Monestirde Reus reclaman más limpieza de sus calles, ya que aseguran que hay una falta de personal en el servicio actual. Además, desde la Asociación de Vecinos de la Pastoreta, se cree que el Ayuntamiento tendría que llevar a cabo campañas de civismo para los ciudadanos que tienen perros, porque es común ver excrementos por las calles de estas zonas. Este vecindario también tiene otras peticiones para mejorar las condiciones de vida en su barrio, como la mejora del alumbrado de sus calles para facilitar que la gente que vive allí pueda estar más rato al aire libre.
Candelaria Flores, presidenta de la Asociación de Vecinos de la Pastoreta, ha asegurado a DiariMés que el problema de la limpieza no es que los trabajadores del servicio no hagan el trabajo que tendrían que hacer, sino que «la empresa no tiene las herramientas o el personal que tendría que tener». Esta, según Flores, es la razón por la cual las calles de su barrio, y las del barrio Monestir, no están lo bastante limpias. «Se trata de un barrio grande, con muchas calles, y los trabajadores tienen que priorizar algunas de ellas porque no llegan a todas. Está bien que tengan un equipo dentro del servicio que controle su coordinación, pero este tendría que ver claramente que faltan personas limpiando y, quizás, no hace falta tanta gente controlando, sino que falta barriendo», declara Flores.
La presidenta también cree que parte de la culpa de que el barrio no esté muy limpio es del poco civismo que, a veces, hay en la zona, ya que explica que «algunos propietarios de perros no se hacen responsables de sus excrementos o micciones, no las recogen o no tiran agua». Por este motivo, Flores propone que el Ayuntamiento lleve a cabo campañas de concienciación para los propietarios de mascotas, «eso no quiere decir más multas, quiere decir enseñar que es ser cívico». Además, cree que sería muy adecuado si el consistorio facilitara bolsas de plástico en las calles y más fuentes públicas para, de esta manera, «poner a la disposición de todo el mundo los medios necesarios para que la gente no tenga excusa para no hacer lo que les toca», detalla la presidenta. Dentro del mismo barrio no hay zonas de recreo de perros o pipi-canes, hecho que Flores no reclama porque considera hay algunos próximos, como el del Velòdrom, pero cree que se tendrían que facilitar otros tipos de medios para animar a los vecinos a ser respetuosos. Sin embargo, Flores también defiende que los ciudadanos «ya tendríamos que ser conscientes y responsables de las tareas que comporta tener un perro. Tanto por el incivismo, como por las políticas municipales, parece que nos hayamos quedado atrás otros países europeos que disponen de herramientas que facilitan el civismo, como un simple dispensario de bolsas».
Por otra parte, la Asociación de Vecinos del barrio Monestir, que antes de 1992 formaba parte de la Pastoreta, destaca que el problema principal es que «estamos un poco abandonados, no estamos en el centro y no somos una prioridad para el servicio», explica Alfonso Berbel, su presidente. Berbel también asegura que más de un día ha llamado al encargado del servicio de la limpieza para recordar que tienen que pasar a barrer las calles de su barrio: «A veces ya me da vergüenza, pero no tendría que llamar, tendría que haber este servicio de limpieza sin avisar. No puede ser que tarden tres o cuatro días a poder pasar a barrer todas las calles. A veces sólo pueden hacer lo que consideran más importante».