Movilidad
Los coches de vecinos y comerciantes podrán entrar en el raval Santa Anna de Reus
Desde la colocación de los pilones de control de acceso, los tenderos no sabían si podrían entrar sus vehículos a la calle
Los tenderos, vecinos y transportistas del raval Santa Anna podrán entrar con sus vehículos en la zona del casco antiguo cuando los pilones de control de acceso entren en funcionamiento, que todavía no saben cuándo será. Eso ha supuesto tranquilidad para los vecinos y tenderos de la zona, que hasta ahora desconocían cómo sería el cierre del centro y les preocupaba no poder trabajar con la completa normalidad. El proyecto de convertir el raval en una calle de peatones ha pasado por muchas fases, tal como explicaba Marc Niubó, presidente de los tenderos del raval Santa Anna. En un primer momento, cuando se mostró el proyecto en los comercios de la zona, se los expuso que seríatotal la libertad para entrar y no habría, ni siquiera, controles de acceso.
Más adelante, sin embargo, con la instalación de pilones en el raval y en otras zonas, se les preocupó porque se comentaba que nadie podría pasar, siguiendo modelos como el de Girona o Terrassa. Ahora bien, finalmente, Niubó detallaba a Diari Més que ha mantenido reuniones con las concejalías de Movilidad, Urbanismo y Promoción, y, en estas, se ha garantizado que el cierre no será tan hermético como se creía y se está estudiando la forma porla que se dará paso a aquellos que lo necesiten.
Sin embargo, los vecinos y tenderos desconocen cuándo se pondrá el sistema en marcha. Actualmente, se están llevando a cabo pruebas técnicas que, de forma anecdótica han provocado alguna incidencia, ya que el pasado martes se dejó un pilón subido que impedía el paso y ayer la bajaron, después de ser avisados por los vecinos.
A pesar de la flexibilidad en el paso de vehículos, en la que todavía se trabaja para llegar a alternatives y la forma en la que se dará el acceso, la zona seguirá siendo para los peatones. De hecho, Niubó explica que «en el primer tramo del raval ya se nota mucha más gente que pasea e, incluso, hacen servir las mesas y los bancos».
Este hecho anima a los comercios del segundo tramo, que están a la espera de que empiecen las obras y ven que cuando estas estén, llegarán más clientes. Según Niubó, «actualmente, aunque ya no se puede pasar con los coches, los peatones siguen circulando por las estrechas aceras», ya que no es tan visual como en el primer tramo.
Con respecto a los pilones automáticos, no sólo se instalaron en el raval Santa Anna, concretamente en la esquina con calle Santa Anna para controlar el acceso del tramo, sino que también se ubicaron en otros puntos del centro, como la plaza Catalunya, enla esquina de la calle del Mar con la calle del Hospital y enla esquina de la calle Sant Llorenç con el raval de Jesús.
Esta semana el consistorio también ha instalado una pantalla informativa del estado del tráfico en la esquina de la calle Doctor Robert y en la calle Selva del Camp, similar a las que ya existen en el centro de la ciudad. Por lo tanto, todavía no se han concluido, definitivamente, los arreglos del primer tramo, que también comprendían la transformación de la zona centro en una Smart City.
En el proyecto de la segunda parte de la calle SalvadorEspriu, propone que se lleve a cabo el traslado de los sumideros en las nuevas rasantes, se instale una nueva toma de agua para la nueva fuente de la calleSalvador Espriu, se sustituyan las luces actuales del raval y se añadan cuatro proyectores que refuercen el alumbrado del museo.