Parte del seguici reusense viaja al País Vasco para fortalecer lazos con Deba
Este fin de semana se ha producido un nuevo intercambio cultural entre vascos y catalanes
Más de 300 reusenses han viajado este fin de semana a Deba, al País Vasco, para celebrar la Topaketa Reus-Deba, el encuentro de las dos ciudades que promueven entidades de ambas, como el Casal Despertaferro, en el caso catalán. Se trata de un intercambio cultural de las dos localidades «hermanadas» y, después de la interrupción de la pandemia, este año se ha dado continuidad al proyecto que tiene el objetivo de fortalecer los lazos. Los reusenses llegaron la noche del viernes a Deba y se instalaron en el pabellón del municipio, donde durmieron hasta ayer. Durante el sábado, el protagonismo fue para el seguici reusense, con actos como la exhibición castellera dels Xiquets.
Eso fue después del acto de bienvenida enla plaza del Ayuntamiento, donde se llevaron a cabo exhibiciones de danzas típicas e intercambios de obsequios entre las localidades. Acto seguido, más de 500 personas, entre locales y visitantes, se juntaron en el frontón para comer. Con la barriga llena, las calles del municipio de Guipúzcoa se llenaron con más elementos del seguici reusense: el ball de Gitanes y el de Galeres, el Carrasclet, el Drac y el Bou de Reus animaron el ambiente.
Los reusenses también llevaron el fuego: los Diables, el Drac y el Boullevaron a cabo un espectáculo pirotécnico que dejó a más de uno boquiabierto. Para acabar la jornada, la fiesta se trasladó a la carpa de laAlameda, una especie de barracas, con conciertos de Debrass Band, Skabidean y Mandril.
El domingo fue el primer día de las fiestas de San Roke, patrón de la vila. Reusenses y locales llevaban ropa blanca y un pañuelo rojo en el cuello para vivir los actos tradicionales de la festividad, como el Txupinazo o el acto institucional dentro de la iglesia, con danzas a cargo del grupo Gure Kai y el coro municipal de Aitzuri.
Una vez inauguradas las fiestas, el pueblo se llenó de cercavilas con actuaciones de la banda de Deba, sus gigantes, los cabezudos y los dulzaineros. Por la noche, Osiobide fue la banda encargada de llevar a cabo la tamborrada por las calles. Después, en las barracas, fue el turno del grupo Urrats, que ofreció canciones vascas, tradicionales y modernas.
La unión entre las dos ciudades proviene del hecho que, históricamente, muchos vascos iban a estudiar a Reus y se conformó laEuskalcomissió, en la que había gente catalana y vasca. Después de una diminución de la actividad, en el 2016 se reactivó la comisión y en el 2017 se celebró el primer encuentro en Reus con la visita de los vascos. En octubre del mismo año se llevó a cabo el segundo reencuentro con la visita de los reusenses a Deba, en la que también participaron 300 personas y tuvo un contexto mucho más político que cultural, como el de esta vez.