Empiezan las obras de la rotonda de acceso a la urbanización Mas Carpa de Reus

«Por fin lo hemos conseguido», pregona la presidenta de la asociación de vecinos de Mas Carpa, Anabel Cuevas. Y es que después de años de reclamaciones, ayer empezaron las obras de construcción de la rotonda que dará acceso a la urbanización desde la avenida de Tarragona, conectando a través de la calle de Estanislau Mateu i Valls.

El proyecto pretende modificar la fisonomía y la configuración del camino, que pasará del formato actual de vía interurbana a vía urbana. De esta manera, se reducirá el límite de velocidad máxima a la que pueden circular los vehículos y se disminuirá el riesgo que hay en estos momentos a la hora de incorporarse tanto en la entrada a la urbanización como en la avenida, cosa que permitirá mejorar las condiciones de seguridad vial. El alcalde, Carles Pellicer, declaró que estas actuaciones permiten dar respuesta «a las reivindicaciones de la ciudadanía» y hacerlo a través de un proyecto que «aportará más seguridad, una circulación más amable y la apuesta por la movilidad sostenible».

Cuevas detalla que esta vía, por donde pasa la carretera N-420, a estas alturas destaca por su peligrosidad y por unos «stops y unas señalizaciones de cede el paso un poco complicados de gestionar». «Una rotonda siempre evita accidentes, que era lo que todos queríamos. Nos facilitará mucho las entradas y las salidas», valora la representante vecinal.

La rotonda estará formada por dos carriles para automóviles, un carril bici exterior de 1,50 metros de ancho, una franja separadora entre los ciclistas y los conductores y una zona verde interior. El proyecto de transformación de la avenida de Tarragona en una vía urbana también tendrá en cuenta «la continuidad en la apuesta por la movilidad sostenible», en palabras de la concejala de Urbanismo y Movilidad, Marina Berasategui.

Se prevé prolongar el carril bici existente a lo largo de la vía, de acuerdo con el propósito de ampliar la red ciclable de la ciudad. En el punto de conexión entre la rotonda y la calle de Estanislau Mateu i Valls, se dispondrá de un carril de incorporación y uno de salida, de cuatro metros de anchura cada uno, separados por una islita distribuidora.

Sin embargo, se prevé la construcción de aceras de dos metros de anchura que permitan la circulación segura de peatones en el sector norte de la avenida de Tarragona y a ambos lados de la calle de entrada enla urbanización. Además, los espacios que actualmente son ocupados por los carriles de aceleración y desaceleración se convertirán en zonas verdes.

Por otra parte, los trabajos se complementan con la renovación del alumbrado en el ámbito del proyecto, con luminarias led que permitirán mejorar la eficiencia energética. Se dejará la previsión de canalizaciones que atraviesan la avenida para futuras instalaciones de semáforos.

Las aguas pluviales serán recogidas por nuevos sumideros, ubicados según el nuevo trazado, cosa que implicará la eliminación de los existentes y la aplicación de un nuevo colector adaptado a la rotonda. Además, se implantará una instalación de riego que utilizará el sistema de telegestión. El ámbito de actuación total de las obras es de 8.806 metros cuadrados. «Quieras o no, hablamos de la salida natural de Reus hacia Tarragona. Ya se merecía tener una salida así, la ciudad», concluye Anabel Cuevas.

Acabado en cinco meses

Las obras, que tienen un plazo de ejecución previsto de cinco meses desde la fecha de formalización del contrato, fueron adjudicadas a la empresa Tecnología de Firmes S. A. y cuentan con un presupuesto de adjudicación de 579.444,80 euros (IVA incluido).

El proyecto dispone de financiación de la Unión Europea mediante los fondos Next Generation, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del estado español y de acuerdo con la convocatoria para la implantación de zonas de bajas emisiones y la transformación digital y sostenible del transporte urbano.