Misericordia 2022
«Queremos hacer la ciudad grande y llevar la fiesta a nuevos lugares»
El concejal destaca la recuperación total de la fiesta tal como la conocemos, sin limitaciones ni modificaciones de formato, y la apuesta para sumar nuevos espacios
—¿Cómo se presentan las fiestas de Misericòrdia?
—Es la primera Misericòrdia del todo normal que por fin podremos disfrutar. Estos dos últimos años habíamos llegado al límite de lo que se podía hacer según las medidas que teníamos en cada momento. De hecho, la Misericòrdia del año pasado ya se parecía mucho a la natural, pero esta es la primera sin medidas específicas a causa de la pandemia. Hay muchas ganas de disfrutarla.
—¿El paseo y el Santuario, pues, volverán a ser el epicentro festivo?
—Efectivamente. En el caso de Misericòrdia, con la excepción del Seguici Petit que va por el centro, el paseo y la plaza de delante del Santuario vuelven a recuperar la actividad tal como la tenemos en la memoria. Una de las propuestas que no habíamos podido ver estos dos últimos años y que ahora vuelve son los bailes en la rotonda de delante del Santuario. Volveremos a tener este momento Misericòrdia. Todo pasará donde tiene que pasar y sin ninguna limitación.
—¿Qué novedades incluye el programa de este año?
—Una de ellas son las matinades en los barrios. Ya las organizamos por Sant Pere. En junio, sin embargo, los grupos participantes se reencontraban en la Mercadal. En Misericòrdia, mantenemos esta idea de llevar la fiesta a los barrios a través del sonido de las grallas y los timbales, con la diferencia que cada grupo se quedará en el barrio donde habrá tocado y no habrá un reencuentro al final.
—¿Si repiten esta propuesta nacida por Sant Pere, significa que la fórmula tuvo éxito?
—Sí. Queremos llevar la fiesta al lugar donde normalmente no está. Ahora bien, no podemos cambiar un acto de escenario y no llevarlo a un lugar donde no toca. Volver a la normalidad, con respecto a la fiesta, también supone que cada acontecimiento vuelva a su escenario lógico. Lo que sí que podemos hacer es añadir nuevas propuestas, como las matinades en los barrios o los espectáculos infantiles en Mas Iglesias, en espacios donde antes no se vivía la fiesta y convertirlos en nuevos clásicos.
—¿Qué otros actos de nueva creación nos encontramos este año?
—Siguiendo esta idea de los nuevos escenarios, tenemos un concierto de la orquesta Camerata XXI en el Mercado del Carrilet. La idea es tener el mercado presente en un momento tan importante para la ciudad como es la Fiesta Mayor. Queremos que en este entorno pasen cosas bonitas y agradables, y esta será una. Por otra parte, la Boca de la Mina acogerá un concierto inmersivo de Lídia Papión. Con estas acciones, queremos que la ciudad se vaya haciendo cada vez mayor y que pasen cosas en sitios donde no estamos habituados, de manera que tanto los vecinos de la zona como el conjunto de la ciudadanía nos vamos añadiendo. En todo eso, como novedad, hay que sumar que finalmente este año veremos las primeras lonas de la fiesta en el recorrido del correfoc.
—Este es un año de celebraciones con el 15.º aniversario del Basilisc y la clausura del 60.º aniversario del Ball de Bastons de l'Orfeó. ¿Qué implica para la fiesta este tipo de conmemoraciones?
—Demuestra la solidez de las entidades. A medida que van celebrando este tipo de aniversarios, van consolidándose y reafirmándose. Tenemos que tener en cuenta que a raíz de la pandemia las entidades de cultura popular en el conjunto del país han tenido dificultades, porque en muchos casos el paro ha supuesto una disminución del número de socios. En el caso de Reus, el hecho de intentar mantener el máximo de acontecimientos, junto con los esfuerzos de las entidades para adaptarse a las necesidades y formatos de la pandemia ha permitido que se hayan consolidado. Eso demuestra su solidez y la buena salud del núcleo de la fiesta. No es casual que el Seguici acompañara al alcalde en la encendida de la última tronada de Sant Pere. Las entidades y colectivos forman indudablemente el esqueleto de la fiesta y así lo demuestran en cada convocatoria. Nosotros, como ayuntamiento, somos unos acompañantes, unos organizadores que simplemente velan para asegurarla y favorecerla.
—¿Qué nos espera en el apartado musical?
—Más allá de los vermúes, el concierto en el Carrilet y el concierto inmersivo en la Boca de la Mina, tendremos unas verbenas para todo el mundo. Este año, la fiesta nos cae muy recogida en fechas y podemos hacer varias verbenas en diferentes espacios y para diferentes gustos . Por una parte, tenemos la propuesta joven en la Llibertat con grupos de versiones y de la otra, la orquesta Principal de la Bisbal en la plaza de Anton Borrell. Ambas nos permitirán vivir este punto tan tradicional de la fiesta, como son las verbenas. No tenemos un grueso de conciertos como Sant Pere, pero creemos que las fiestas de Misericòrdia ya viene lo bastante repleta por sí misma.
—Finalmente, ¿qué les desea a los y las reusenses en estos días de fiestas?
—Que disfrutemos y aprovechemos este tiempo de fiesta. El año natural va de enero a diciembre, pero en realidad hay otro calendario que va de septiembre a agosto, por dos cuestiones, una es el inicio del curso escolar y la otra es la Misericòrdia. Las fiestas son el final de verano e inicio de nuevo curso, por lo tanto, animo a todo el mundo a estar, a participar, a desdoblarse para estar en la mayoría de actos posibles. Y para los que no son ganxets, nuestra Fiesta Mayor es de las más bonitas del país y creo que nadie se tendría que perder un Seguici como el nuestro. Al menos una vez a la vida todo el mundo tendría que pasar por Reus para ver esta potencia con estos elementos que están del todo bolcados en la fiesta.