Sociedad
La Fundació Bara de Reus perderá el 40% de su financiación para el año 2023
La entidad, que hasta ahora contaba con una subvención pública, trabaja para cubrir el déficit con ayudas privadas y de particulares
La Fundació Mosén Frederic Bara y Cortiella dejará de percibir casi un 40% de su financiación de cara al 2023. A principios de junio, se adjudicó el concurso para la atención de niños y jóvenes vulnerables en la Fundació Pere Tarrés por una duración de un año, con la posibilidad de prorrogarlo doce meses más.
Este era un servicio que, hasta ahora, prestaba la Fundació Bara y Cortiella, que contaba con una subvención anual por parte de la Generalitat de Catalunya, primero, y por el consistorio reusense, una vez se delegaron las responsabilidades a los gobiernos locales en el año 2017.
Esta ayuda representaba prácticamente un 40% del presupuesto que disponía. Con la pérdida de la subvención pública, la entidad tendrá que buscar cubrir este déficit mediante aportaciones de particulares y de iniciativas privadas, una tarea que Felip Vidiella, miembro del Patronato de la Fundació, reconoce que no es nada fácil. La junta directiva ya alertó a mediados de mayo de que la continuidad de la organización estaba en peligro por la situación de inestabilidad en la que se encontraba. «De alguna manera, la situación se arreglará de aquí a finales de año», puntualiza Vidiella.
Y es que, a pesar de perder el concurso, el Ayuntamiento reconoció la trayectoria de la entidad a lo largo de los años y el trabajo hecho en los seis meses que ya se habían cumplido este 2022, motivo por el que se comprometió a compensar con una ayuda económica la FundacióMosén Frederic Bara. Este dinero no servirá para cubrir todos los gastos, pero sí que permitirán acabar el año con unas mínimas garantías.
Vidiella remarca que enla Fundacióhan conseguido llevar a cabo todas las actividades que tenían programadas sin tener que cancelar, si bien arrastran deudas porque todavía esperan recibir el dinero por parte del Ayuntamiento. El 2023, sin embargo, se augura más incierto. «¿Habrá solución el año que viene? No lo sé, pero los gastos y los niños serán los mismos, o todavía más», asevera el miembro del Patronato.
Necesidad de ayuda
La FundacióMosén Frederic Bara y Cortiella hace más de 30 años que se dedica a ofrecer atención a los niños y adolescentes con necesidades económicas, sociales o familiares. En estos momentos, trabaja con unos 120 jóvenes a los que asesora para que puedan integrarse más fácilmente en la sociedad y les acompaña en su aprendizaje, además de ocuparse de otros aspectos.
«Una de las cosas que hacemos es darles de merendar y algunos nos dicen que es la primera comida del día. No hablemos de cosas superficiales, sino de una parte básica de la estructura social», observaVidiella. El miembro del Patronato comenta que tienen una lista de espera una veintena de solicitudes y detalla que la situación en Reus «es cada vez más complicada». «Hay muchas familias que necesitan ayuda», declara.
El miembro del Patronato asegura que tienen la intención de seguir trabajando y ofreciendo sus servicios a los jóvenes, pero advierte que estas subvenciones no pueden ir aprobándose año tras año, sino que requerirían un acuerdo a largo plazo, ya que una persona necesita apoyo y acompañamiento durante todo su periodo de formación.