Urbanismo
Los vecinos de los barrios del sur de Reus se oponen a la construcción del 'Pas Ciutat'
Las entidades vecinales de Mas Iglesias, Fortuny, Juroca y Montserrat quieren que se edifique un puente que les conecte con el Hospital
Los vecinos de los barrios Mas Iglesias, Juroca, Montserrat y Fortuny se oponen frontalmente a la propuesta del gobierno local de construir el paso subterráneo PasCiutat, incluida en el Plan de Movilidad Urbana para el 2035 con el objetivo de reforzar los medios de transporte más saludables. Estamos totalmente en contra del paso subterráneo. Lo que pedimos es que se haga un puente», asevera el presidente de la asociación de vecinos (AV) del Roserarde Mas Iglesias, Francesc Jornet, en representación de las cuatro comunidades.
El proyecto contempla que este paso subterráneo de uso exclusivo para peatones se ubique en torno al futuro apeadero de Bellissens, entre la avenida de Josep Pla y la calle Manuel de Pedrolo, y que conecte los barrios del sur con el área de la Facultad de Economía y Empresa de la URV, el Hospital Universitario Sant Joan y el Tecnoparc, una intervención que tendría un coste de entre 1,3 y 1,8 millones de euros.
No obstante, Jornet cree que sería una construcción «nada útil», a raíz de la proximidad de dos pasos subterráneos ya operativos a pocos metros de distancia y de la existencia de un paso elevado al lado de la Biblioteca Pere Anguera. «Para pasarcuatro peatones, ya tenemos suficientes. Hacer cosas inútiles es tirar el dinero», remacha. El presidente de la asociación de vecinos del barrio Juroca, Manuel Villalba, comparte la opinión. «A los vecinos, eso nos beneficiará muy poco. Ya hay dos. ¿Para qué queremos otro? Se tendrían que arreglar y adaptar los que ya hay, invertir en seguridad», comenta.
Jornet añade que el Pas Ciutat«es buscar más problemas», teniendo en cuenta que los delincuentes aprovechan los pasos subterráneos, lugares aislados y con poca iluminación, para hacer de las suyas. Además, comenta que, como mínimo, una ambulancia tendría que poder circular por el interior para conectar eficientemente con el Hospital, una propuesta que, actualmente, no se contempla.
La necesidad del puente
Es por este motivo que los vecinos del sur reclaman una «reivindicación histórica», en palabras de Villalba, como es la construcción de un puente, en lugar de un paso subterráneo. El representante del barrio Juroca asegura que hace más de 15 años que batalla para convertir este sueño en una realidad. «Parece que me moriré sin verlo», lamenta. Jornet detalla que ya había un proyecto para la construcción del puente, pero que este se canceló el año 2008 por la crisis económica originada por el colapso de la burbuja inmobiliaria.
El representante del Roserarde Mas Iglesias asegura que el puente permitiría conectar de manera eficiente con el otro lado de la vía del tren, con la Universidad, el Tecnoparc, el Hospital y el barrio Sant Josep Obrer y que, adicionalmente, atraería empresas y la edificación de otros equipamientos. «Con eso ya ganaría toda la ciudad. No sólo los vecinos del sur, sino que se beneficie todo Reus», apunta Villalba.
En caso de no poder construirse el puente, los portavoces comunitarios señalan que se tendría que invertir el dinero en otros proyectos, como puede ser el acondicionamiento del paso elevado de la Biblioteca Pere Anguera, estén en los barrios del sur o no. «Hay muchas cosas necesarias que hacer, mucho más importantes que este paso de ciudad», dice Jornet. «Estamos en contra, estaremos en contra y, si conviene, recogeremos firmas y haremos lo que haga falta», concluye.