«Vivimos el día a día con incertidumbre porque no sabemos si seremos deportados»

La angustia y la incertidumbre se ha instalado en casa de los Badaoui. Mohamed Said, presidente de la Asociación para la Defensa de los Derechos de la Comunidad Musulmana (Adedcom) y padre de dos niños, y su mujer están a la espera, desde principios de agosto, de la respuesta de la Fiscalía sobre su expulsión de España.

Ni la carta de En Comú Podem, ERC, la CUP y Junts dirigida a Fernando Grande-Marlaska, ministro de Interior del Gobierno español, ni las más de 1.200 firmas recogidas en contra de su expulsión han hecho que se pronuncie sobre el caso. Además, si la decisión acaba siendo que Badaoui y, por vínculo, su familia, tienen que ser deportados, no tienen derecho a ningún margen de tiempo, «tendremos que ir directamente al aeropuerto», explica Badaoui al Diari Més. Badaoui está viviendo una situación complicada. De hecho, está de baja desde agosto por los constantes ataques de ansiedad que le comporta el estado de incertidumbre. «Nos levantamos cada día pensandosi será el día que recibiremos la notificación y nos tendremos que marchar», explica Badaoui. «No podemos pensar en mañana, porque no sabemos cómo irá hoy», detalla.

La difícil coyuntura del presidente de Adedcom, definido como una persona muy activa social y políticamente por varias entidades de la ciudad, empezó cuando, después de 30 años residiendo en la provincia de Tarragona, tramitó la nacionalidad española.

El problema no sólo fue la negativa que recibió por parte de la Policía Nacional, sino que empeoró cuando recibió una orden de expulsión del país. Según el activista, su deportación tiene un trasfondo político, ya que asegura que «lecriminalizan por trabajar por la multiculturalidad».

Después de presentar las primeras alegaciones, que tampoco tuvieron buenos frutos para Badaoui, el procedimiento continuó y tuvo que presentar otras. Eso se produjo el 24 de agosto y tenía 48 horas para presentarlas. Ahora bien, 42 días después, él y su familia todavía no saben quépasará.

Desde el primer momento Badoui ha recibido el apoyo de muchas entidades y partidos políticos, hecho que él ha agradecido desde el principio. Por un lado, Reus Refugi, Unitat Contra el Feixisme iel Racismey Adedcom organizaron una concentración el día que se hizo público su caso, donde más de 50 personas le mostraron su apoyo.

Posteriormente, el Ayuntamiento se mostró en contra de su expulsión. Incluso, tuvo un encuentro con la consejera de Igualdad y Feminismo, Tània Verge, y se celebró una manifestación en la delegación del gobierno central en Cataluña. Además, estas y otras entidades, partidos políticos y muchas personas más recogieron más de 1.200 firmas para paralizar la expulsión del activista.

Algunas de las entidades que se unieron a la recogida fueron Oxfam Intermón y SOS Racisme. Por otro lado, ERC, CUP, Junts y En Comú Podem enviaron una carta al ministerio de Interior donde tildaban el caso de «islamofobia institucional». Sin embargo, ninguna de estas muestras de solidaridad han hecho que el Ministerio del Interior o la Policía Nacional retrocedan hasta el momento.