«Ir a Bélgica me ha permitido crecer en el ámbito personal y en el laboral»

«Tienes la posibilidad de practicar el francés y el inglés, te independizas en un lugardonde no conoces a nadie, donde tienes que hacer amistades desde cero, aprendes cómo funcionan los organismos europeos... Este programa me ha permitido crecer en el ámbito personal y en el laboral. He aprendido aptitudes que sirven no sólo para enriquecer el currículum, sino también la vida personal». Esta es la valoración que la reusense Mar Alsina, de 24 años, hace de su estancia en Bruselas en el marco del programa Genius.

Impulsado por la Diputación de Tarragona, esta institución reparte anualmente diez becas para jóvenes menores de 35 años, con titulación superior y que se encuentran en situación de paro. Los beneficiarios se embarcarán en una experiencia de cinco meses en el extranjero y, al volver a casa, completarán su formación en un ente público de la demarcación.

«Este programa tiene un doble objetivo», explica la diputada delegada de Empleo y Emprendeduría de la Diputación de Tarragona, Carme Ferrer. «Por una parte, es una gran oportunidad para que jóvenes con estudios superiores puedan formarse y tener una experiencia laboral única en el extranjero y, de la otra, se pretende consolidar el capital humano de nuestro entorno», valora. Con todo, se quiere evitar la fuga de talento y reforzar las instituciones de la provincia.

Alsina estaba cursando un máster de Planificación de Destinos Turísticos en Suecia cuando, por casualidad, descubrió que se había abierto la convocatoria. Atraída para poder participar en proyectos internacionales, se apuntó y, el pasado marzo, cogió el avión en dirección a Bruselas para trabajar a Culture Action Europe, una organización sin ánimo de lucro que vela por garantizar el acceso de la población a la cultura y por mejorar las condiciones laborales de los artistas. «Fue todo muy emocionante. Me marché con la desazón de ir a un lugarnuevo sin conocer a nadie, pero con muchas ganas. Me sentí acogida en todo momento», narra.

La misma adrenalina recorrió el cuerpo de Josep Maria Serra, de 27 años, cuando le comunicaron la decisión. Buscaba trabajo como ingeniero y pensó: «No pierdo nada». No sólo no perdió nada, sino que salió beneficiado. Su destino fue el Consejo de Regiones Aeroportuarias. Valora, sobre todo, el hecho de haber entendido cómo funcionan los órganos europeos.

Los dos comentan que la principal diferencia entre trabajar en Bruselas y hacerlo en Cataluña es la aplicación del teletrabajo, que osa de más popularidad en Bélgica. Con todo, Alsina agradeció no tener que ir a la oficina unos días porque eso le permitía organizarse mejor. «Los horarios son muy diferentes. Teletrabajar te permitía ir a comprar por la tarde antes de que cerraran las tiendas», asegura.

Después de cinco meses en el extranjero, ambos jóvenes aterrizaron en Cataluña en agosto. Alsina está completando la formación en elPatronato de Turismo, mientras que Serra lo hace en eldepartamento de ingeniería del Ayuntamiento de Reus, donde están plasmando aquello que han aprendido –celebran haber descubierto cómo funcionan los fondos Next Generation-. Es sólo dos meses de prácticas, así que ya tienen la mirada puesta en el futuro. «Empiezo a buscar trabajo. La parte buena de eso es que es experiencia laboral y suma», precisa Serra. «Estoy en un proceso de selección para después del programa donde se ha valorado positivamente la experiencia que había tenido», concluye Alsina.