Sociedad
Los Avis i Àvies per la Llibertat celebran en Reus cinco años de lucha en el Mercadal
Lo único que pudo detener sus manifestaciones pacíficas fue la pandemia, pero rápidamente las reanudaron para el retorno de los exiliados
Los Avis i Àvies per la Llibertat de Reus celebran que hace cinco años que salen a la plaza del Mercadal para reclamar, en su momento, la libertad de los presos políticos y el retorno de los exiliados en la actualidad. Con un pañuelo amarillo en el cuello, comprado en elBarato –para seguir con el comercio de proximidad– hasta 106 personas mayores salen todos los días laborables a dar tres vueltas por la plaza del Ayuntamiento y cantar Els Segadors.
Durante los cinco años que hace que el grupo sale, que ha ido creciendo exponencialmente, sólo tuvo que parar las salidas durante el confinamiento de la pandemia, pero, tan pronto como pudieron salir, en verano del 2020, volvieron a la plaza adaptando su concentración, ya que no podían pasear. Cada día de la semana los Avis i Àvies per la Llibertat salen a las 12 h., puntuales, a manifestarse pacíficamente por la plaza del Mercadal en silencio. Los gritos llegan después de las tres vueltaspor la plaza, reivindicando la «libertad de los exiliados y los represaliados». Ayer fue una ocasión especial, salían el quinquenio del grupo que empezó el mes de noviembre del 2017.
El amarillo, que es el color que se ha atribuido a la lucha por la independencia, también fue el escogido entre los 16 abuelos que empezaron las reivindicaciones y los más de 106 que se reunieron ayer enla celebración. La mayoría lo llevan en forma de bufanda, pero, como el grupo, las ideas se han expandido. Gorras, camisetas, pins, bolsas e, incluso, chaquetas de color amarillo son las indumentarias de las personas que participan.
Ester Suazo, una de las veteranas del movimiento, explica que han aguantado durante los cinco años para «cumplir el compromiso: dijimos que no nos rediríamos hasta que todos estuvieran en casa y se abrieran las puertas de la prisión. Como ya están fuera de la prisión, tenemos la mitad del trabajo hecho, pero no nos podemos dormir. Continuaremos fieles hasta que todo el mundo esté en casa».
Miquel Vilella, otro de los primeros abuelos para la libertad que salió al Mercadal, se manifiesta «porque creo que es lo que tengo que hacer. Sólo tengo un problema por el que no saldría, que es la violencia y no es el caso».
La agrupación reusense es el claro ejemplo que la «unión hace la fuerza», ya que, para Suazo, «somos una familia. Sería una gran ilusión que volvieran todos, pero es verdad que se acabaría la ganga y tendríamos que encontrar otra cosa». Dos de los fundadores del grupo, Josep Maria Rull y Cori Llorens, corroboran las palabras de Suazo y aseguran que «hemos hecho grupos que nos encontramos cada día y nos vemos mucho, aparte de aquí».
Durante la celebración de ayer, la manifestación tomó un formato fuera de lohabitual, contaron con una actuación musical, en la que todos cantaron juntos No és això companys, no és això, y una lectura de la historia del grupo, redactada y leída por Suazo. La sorpresa para los presentes fue un mensaje de voz de Carles Puigdemont. En este, el presidente agradecía los esfuerzos de todos los participantes y se mostraba con ganas de poder asistir «algún día a la concentración personalmente».
La pandemia fue el único motivo que pudo parar la salida de los abuelos, aunque la Junta Provincial de Tarragona ya lo había intentado antes. La ilusión para los independentistas volvió a sus caras cuando pudieron manifestarse de nuevo: «La vuelta después de la pandemia fue fenomenal, a pesar de ser estático», explicaba Rull.