El Ayuntamiento de Reus paga 370.000 euros anuales por las conductas incívicas

El Ayuntamiento de Reus, en su lucha para radicar el incivismo en la ciudad, ha puesto en marcha la campañaA casa no ho faries. Al carrer, tampoc. En esta, se engloban diferentes acciones que apelan al conjunto de la ciudadanía y al sector del ocio nocturno, uno de los más relacionados. El alcalde de Reus, Carles Pellicer, asegura que las conductas incívicas provocan un coste de 370.000 euros anuales en el Ayuntamiento, «que tenemos que pagar toda la ciudadanía por una minoría».

Por esta razón, la iniciativa del alcalde quiere acabar con conductas incívicas como no recoger las cacas de los perros, estropear el mobiliario urbano u orinar en la calle. «El incivismo es una de las principales preocupaciones del Ayuntamiento y de la ciudadanía, ya que genera inseguridad y altos costes para toda la ciudadanía», aseguraba ayer Pellicer. Dolors Vázquez, concejala de Seguridad, Convivencia y Civismo, también explicaba que la presión policial también ha aumentado, y «se traduce en casi 4.000 denuncias anuales por comportamientos incívicos». La primera de las actuaciones apela al conjunto de la ciudadanía. Esta incluye cuatro imágenes gráficas, para denunciar conductas incívicas como no recoger las cacas de los perros, pintar grafitis en fachadas o tirar la basura en la calle. A través de A casa no ho faries. Al carrer, tampoc se pide la colaboración ciudadana para contribuir a hacer más grande la conciencia que «el civismo es cosa de todos».

En segundo lugar, la segunda actuación de la campaña, que empezará en dos semanas coincidiendo con las cenas de empresa y las fiestas de Navidad, el consistorio ha sumado esfuerzos con el ocio nocturno. Esta tendrá el lema Tinguem la festa en pau. Al carrer, a la nit i de festa... No facis soroll para apelar a la ciudadanía a que, cuando salga de noche, lo haga con respeto, no haga ruido y respete el descanso vecinal.

Finalmente, para dirigirse directamente a los incívicos, se ejecutarán dos actuaciones para dos de las conductas más habituales: orinar en la calle y no recoger los excrementos de perros de la calle. Con respecto a la primera, el Ayuntamiento ya ha distribuido cartelería en la ciudad que indica que «mear en la calle será sancionado con 500 euros».

Según Vázquez, «en estas denuncias, la reducción para pagar antes del plazo fijado, es sólo del 20%». En esta acción también se ha pedido a los establecimientos de ocio nocturno que también informen a sus clientes de las sanciones de la Guardia Urbana.

La Fábrica, por ejemplo, asegura que repartirá «panfletos informativos entre los clientes del local, ya que secundamos la iniciativa del consistorio», explica David Medina, encargado de la sala. También opina así Josep Vila, propietario de Sabana: «Estamos de acuerdo con la campaña municipal y haremos lo que podamos para colaborar. Nosotros desde hace tiempo ya limpiamos los portales vecinos, ahora también advertimos a los clientes y si vemos que alguien orina en la calle, no lo dejaremos entrar».

La segunda acción quiere llegar a los propietarios de perros que no recogen los excrementos de sus animales. Habrá anuncios, cartelería y acciones digitales, y se fundamentará con acciones contundentes de calle con el objetivo que se hable y que los incívicos se sientan interpelados. Esta acción se pondrá en marcha en enero.

Marcos Massó, presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Reus (FAVR) mostró todo el apoyo a la campaña por parte de todas las asociaciones de vecinos de la ciudad. «Es increíble que en el 2022 el Ayuntamiento todavía tenga que lanzar este tipo de iniciativas. La gente tiene que saber que la calle es su segunda casa», lanzaba Massó.