Bricolatge Martí baja la persiana por jubilación después de 40 años en Reus

Bricolatge Martí, la tienda de pintura, ferretería, material eléctrico, maderas y jardinería, cierra hoy las puertas por jubilación. Ubicado en la calle Alt de Sant Pere, el negocio cierra después de 40 años al servicio de toda la ciudad. Siempre ha sido regentado por Joaquim Martí y, después de un año en liquidación, no se traspasará ni la heredará nadie, ya que los hijos se dedican a otros sectores.

Este es el último comercio de proximidad que existía en esta calle que, en el 2019, fue remodelada, porque estaba en malas condiciones, y se convirtió en una vía de peatones para conectar el centro de la ciudad con el centro comercial La Fira. Martí explica que siempre «he sido un apasionado por el mundo del bricolaje. Se puede decir que soy bastante manitas». Tanto es así que, en 1983, decidió abrir Bricolatge Martí. Lo hizo en un local familiar, que antiguamente era una prensa de aceite, y que fue reformando con los años; primero la primera planta y después, la segunda, donde también vendió muebles, «hasta que llegaron las grandes superficies a la zona», detallaMartí.

De hecho, la llegada de los grandes almacenes al Campde Tarragona, con precios muy competitivos, se notó en las ventas de su negocio: «Antes, trabajaba para todo Reus, no ha sido nunca una tienda de barrio, pero con las grandes tiendas, como las que hay en las Gavarres, se fue acabando».

A partir de hoy, con el cierre del negocio, en la calle tampoco quedará ningún comercio de proximidad y «quedarán todos los locales vacíos», asegura Martí. Además, «en Reus siempre ha habido sólo dos tiendas de bricolaje estrictamente, la otra cerró hace tres años y, ahora, cierro yo».

Una de las características del negocio era el corte de maderas, ya que cuenta con una gran máquina que permite serrar piezas a cualquier tamaño que deseara el cliente. «Eso, a partir de ahora, se tendrá que ir a hacer a las grandes superficies de fuera de Reus, ya que, de momento, aquí no hay», detalla Martí.

A pesar del paso de los años, la tienda de bricolaje se ha sabido actualizar a las nuevas tendencias, como las redes sociales y las páginas web. De hecho, Martí vendía en línea a través de una web que creó «hace unos veinte años, pero que ya he cerrado con la liquidación», explica el propietario.

Desde hace un año, los productos de la tienda tenían descuentos y ahora no queda stock. Además, gran parte del material «lo he vendido a través de Wallapop –una aplicación de venta de segunda mano–, que me ha funcionado más exitosamente que la página web».