Ciencia
La Red Tecnomifood ejecuta 3,5 MEUR con empresas ómicas
Liderada por Eurecat Reus, potencia las tecnologías bioquímicas
La Red TecnomiFood, creada en el marco de la primera línea de ayudas del Programa Cervera y liderada por el centro tecnológico Eurecat Reus, ha generado un modelo de investigación colaborativa pionero en Europa para potenciar las tecnologías ómicas (bioquímicas) en la industria, que ha permitido en los centros tecnológicos que la integran ejecutar 3,25 millones de euros en contratos con empresas en tecnologías ómicas aplicadas a la innovación y el desarrollo de alimentos funcionales y nutricéuticos, un importe que se prevé que llegue a unos 5,25 millones de euros al cierre del 2023.
Desde la creación de la Red Tecnomifood en el 2020, la financiación pública de proyectos de R+D en que las tecnologías ómicas aplicadas a la alimentación y a la nutrición tienen un papel importante se situó en los 13,4 millones de euros al cierre del 2021 y, al completarse el ejercicio de 2022, se espera alcanzar los 17,5 millones de euros, duplicando las previsiones iniciales, tal como refleja el informe elaborado por Fedit: «El impacto de los proyectos Cervera: el éxito de la cooperación en R+D+I». Con respecto al número de investigadores a jornada completa, de acuerdo con el estudio de Fedit, son 92 los que trabajan en los centros de la red en tecnologías ómicas, superando en un 23% las previsiones iniciales.
El proyecto Red TecnomiFood, liderado por Eurecat Reus, reúne los centros AZTI, AINIA, ANFACO-CECOPESCA y CNTACentre Nacional de Tecnología y Seguridad, con el objetivo de «facilitar el acceso de las empresas a las tecnologías ómicas, para ayudarlos a innovar en alimentos funcionales, nutricéuticos e ingredientes, que sean efectivos, seguros y beneficiosos», apunta el director del área de Biotecnología de Eurecat, el Doctor Antoni Caimari. La clave es favorecer el acceso empresarial a todas las etapas de valor «desde el diseño, el desarrollo y la demostración del potencial saludable de un ingrediente hasta la elaboración de un alimento funcional o nutricéutico», indica. Según el doctor, el consumidor pide un mercado alimentario saludable, sostenible, seguro y personalizado.
El desafío es «entender bien el organismo y pasar de una nutrición basada en guías alimentarias destinadas a la población general, apta para toda la población», explica Caimari. A pesar de su potencial, la incorporación de las tecnologías ómicas a la investigación y al desarrollo empresarial del sector de la alimentación saludable todavía «es limitado». Por esta razón, «se impulsó la Red TecnomiFood, y poder poner a disposición del sector industrial un sistema de centros tecnológicos en cooperación que reúne todo lo que es necesario para resolver dificultades y aprovechar las oportunidades», afirma Caimari.