La Confraria dels Sants Just y Pastor de Reus llevará este año el paso a hombros
Recupera una tradición que no se hace desde el 2001 con el objetivo de atraer a más costaleros jóvenes
La Confraria dels Sants Just y Pastor recuperará una tradición que hace años que cayó en el olvido: para el Miércoles Santo, llevará su paso penitencial a hombros. «Creemos que así atraeremos a la juventud de la ciudad, no como una cuestión religiosa, sino cultural», afirmó ayer al cofrade mayor, Marià Gil, en la presentación del proyecto.
Gil también reconoció que, en la actualidad, la atracción que sienten los adolescentes por la Semana Santa reusense «es muy poca, por no decir nula». «La juventud necesita retos. Creemos que eso les animará a que se apunten y que motivará que lleven grupos de amigos, familias, que se animen a otras cofradías...», añadió. Aunque en Reus la mayoría de pasos se han portado históricamente sobre ruedas, hay dos precedentes en los que se refleja la cofradía: el misterio de Jesús de la Columna, que fue llevado a hombros entre 1952 y 1975, y el misterio de la Mare de Déu de la Soledat, en el 2001. «Después de 22 años del último intento, por fin hay una cofradía interesada en llevarlo a cabo con firmeza y determinación», aseguró Gil.
El paso, encabezado por la obra escultórica Ecce Homo de Joan Rebull, tiene que pasar, sin embargo, por un proceso de restauración, no sólo para adaptarlo para ser cargado a hombros, sino también porque la estructura está «muy estropeada», tal como detalló el capataz adjunto de los costaleros, Josep Pere Moreira. Los trabajos incluirán una rebaja del paso de entre seis y diez centímetros porque, hasta ahora, «entra muy justito» en la Prioral de Sant Pere.
El presupuesto sube hasta los 9.000 euros y la cofradía busca donativos para poder financiar la inversión, con la voluntad de empezar los ensayos el 1 de marzo. «Hacemos un llamamiento a entidades, empresas, ciudadanos, que amen Reus y sus tradiciones. Creemos que este es un proyecto de ciudad», añadió Gil.
Otra de las metas que la junta directiva de la cofradía asumió en el 2021, aparte de garantizar el relevo generacional, era buscar un lugar espiritual permanente en la Prioral de Sant Pere para que los fieles puedan venerar las imágenes todo el año. «Siempre acababa la Semana Santa y se guardaban en un almacén hasta el año siguiente», explica el cofrade mayor.
Es por eso que, tal como destaca Gil, están manteniendo conversaciones «bastantes avanzadas» con el prior. «Seguramente acabaremos ubicándolas en la capilla de los Dolores de la Prioral», celebra. Asimismo, desde la Confraria dels Sant Just i Pastor se está trabajando en un proyecto de caridad con la Fundación Mosén Frederic Bara.