«Vamos en la buena dirección, pero falta el último paso para llegar a la equidad»

La mujer científica ha tenido que trabajar, históricamente, en la sombra de los hombres. Casi un millar de personas han sido reconocidas por los Premios Nobel en un siglo de trayectoria; sólo 60 son del sexo femenino y, únicamente, 24 de ellas fueron galardonadas por su trabajo en las ramas STEM –ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Y no porque su aportación fuera poco relevante. Otto Hahn y Lise Meitner fueron los responsables de descubrir el proceso de la fisión nuclear. El primero recogió un Nobel, en 1944; la segunda, no. Cien años más tarde, el escenario ha evolucionado. Las aulas cada vez están más llenas de figuras y referentes femeninas. Todavía falta, sin embargo, una larga travesía por recorrer. Anna Mas es investigadora de la Unidad de Nutrición y Salud del centro tecnológico Eurecat. «¿Como de importante es la alimentación? ¿Por qué algunas personas están sanas y otros tienen enfermedades?», se preguntaba de pequeña. Decidió estudiar Biología porque le permitía responder «preguntas del día a día».

En su entorno laboral, había más mujeres que hombres. No obstante,los altos cargos los ocupaban ellos. También protagonizaban los titulares de las noticias. «Cuando empecé la carrera, vi que la mujer estaba presente, pero para llegar a la primera línea de la ciencia todavía quedaba camino», reflexiona.

Andrea Costa también es investigadora enla Unidad de Nutrición y Salud de Eurecat y comparte análisis. Percibe que, poco a poco, «hay más mujeres que se introducen en el mundo de la ciencia y que se convierten en referentes». Teniendo en cuenta que representan a la mitad de la población mundial, considera que las aportaciones de figuras femeninas son «importantes para construir el conocimiento». «También somos imprescindibles», añade la técnica especialista de la Unidad de Ciencias Òmiques de Eurecat, Lucía Tadeo.

El mundo de la ciencia se está dirigiendo a la equidad entre hombres y mujeres, pero todavía no ha llegado a la estación final. «Sigo pensando que nos cuesta mucho más demostrar que somos igual de válidas que nuestros compañeros hombres. Cada vez menos, pero sigue habiendo una cierta desigualdad», valora Mas.

Tadeo explica que son mujeres las personas que ocupan los lugares de responsabilidad enlas unidades del Centro Tecnológico de Nutrición y Salud. «Cada vez hay más mujeres al frente de equipos científicos. Vamos en la buena dirección, pero este rumbo no tiene que cambiar. Falta el último paso para que sea más accesible asumir altos cargos y llegar a la equidad», concluye Mas.

Mitos de la ciencia

Costa, Mas y Tadeo forman parte del programa 100tífiques, que pretende fomentar la vocación entre los jóvenes y «romper los mitos de la ciencia», en palabras de Costa. «El objetivo es que dejen de ver al científico como un sabio que sólo estudia, que está en una posición elitista y alejada de la sociedad. Hay mucho esfuerzo, pero somos personas normales como ellos», analiza Mas.

Iniciativas como esta, que incluyen charlas en los institutos, son primordiales para despertar el interés de las adolescentes. «Ver que hay mujeres que han llegado lejos motiva a entrar en el mundo de la ciencia», valora Costa. «Me habría gustado que en mi instituto hubiera venido alguien a explicarme qué hacía en el trabajo», reconoce Tadeo, horas antes de presentarse en Roda de Berà para hablar con los alumnos de primero de ESO.