Policial
Detenido un hombre a Reus que grabó videos sexuales de 115 víctimas por chats
La policía interviene «grandes» cantidades de archivos de pornografía infantil y localizan a 115 víctimas, 5 de ellas españolas
La Policía Nacional ha detenido a un hombre en Reus acusado de un presunto delito de corrupción de menores, agresión sexual, coaccionas y descubrimiento y revelación de secretos. El arrestado mantenía contacto con las víctimas a través de las redes sociales y se ganaba su confianza para conseguir vídeos «de alto» contenido sexual con los que las extorsionaba. En el operativo, los agentes han intervenido 2.412 archivos de vídeo, donde aparecen mujeres- algunas de ellas presumiblemente menores-, 11.275 fotografías y 178 archivos de vídeo de carácter pornográfico infantil. Además, los investigadores han localizado a 115 víctimas, la mayoría de las cuales residentes en países latinoamericanos y cinco de ellas en ciudades españolas.
Según la Policía Nacional, el supuesto agresor sexual se comunicaba con las víctimas a través de una conocida plataforma de comunicación en línea y las grababa sin su consentimiento. El detenido se ganaba su confianza haciéndose pasar por otra persona o bien de la misma edad y sexo y, entonces, obtenía vídeos «íntimos y comprometidos». El hombre exigía a las víctimas más favores sexuales, si no las amenazaba que compartiría y difundiría los archivos.
La investigación arrancó a raíz de una denuncia de una menor que reside en Portugal. Después de que las autoridades portuguesas lo pusieran en conocimiento de las españolas, se localizó el presunto pedófilo en Reus. En el registro hecho en su domicilio, el cuerpo policial intervino 2.412 archivos de vídeo - videoconferencias con mujeres, algunas de ellas menores, desnudas o practicando actos sexuales-, 11.275 archivos fotográficos y 178 de vídeo de carácter pornográfico infantil.
También se analizaron más de 500 contactos y conversaciones, de las cuales se han comprobado que 115 de ellos eran víctimas. Se trata de mujeres mayores y menores de edad, la mayoría de las cuales viven en países latinoamericanos. Sin embargo, cinco víctimas se localizaron en diferentes ciudades de España.