Laboral
La Guardia Urbana de Reus hará horas extra para garantizar la seguridad en Carnaval
Los sindicatos afirman que se vuelve a la «normalidad» después del preacuerdo que se ratificó en asamblea el pasado lunes
«El Carnaval irá como cada año, con total normalidad». Así de claro se mostraba ayer Adrià Bareas, responsable del sindicato CSIF en Reus. El Ayuntamiento y los representantes de los trabajadores llegaron la semana pasada a un preacuerdo en el que se establecía el compromiso de incrementar progresivamente la plantilla de la Guardia Urbana hasta disponer de 182 agentes en el 2026 –con la idea de seguir ampliándola en los siguientes años–, una propuesta que fue ratificada por los efectivos del cuerpo policial en una asamblea celebrada el lunes, donde se registraron 110 votos «a favor de volver a la normalidad», 6 en contra y una abstención.
«El fin de semana trabajará prácticamente la totalidad de la plantilla, entre turnos ordinarios y personal en servicio extraordinario», explica Bareas al Diari Més. El portavoz de CSIF detalla que, según las previsiones, habrá unos cincuenta agentes fuera de su horario laboral que se encargarán de garantizar la seguridad de los actos de Carnaval en cada turno, que se sumarían a la quincena de efectivos del servicio ordinario, de manera que, cada día, se espera que se movilicen cerca de un centenar de profesionales.
«Estos días no se pueden hacer asuntos propios ni vacaciones», añade. El secretario de organización de Comisiones Obreras (CCOO) en el Ayuntamiento de Reus, David Cenizo, señala que se desplegará un «operativo completo», con agentes de paisano, para asegurar que nada estropee la fiesta, ya que son muchas las casuísticas que podrían ocurrir en espacios donde se aglomera tanta gente, como son los paseos Prim y Misericòrdia, durante la rúa de lucimiento de mañana por la tarde. «No tendría que pagar la ciudadanía la carencia que el Ayuntamiento tiene con nosotros», expresa.
El preacuerdo al que llegaron los representantes de los trabajadores y el consistorio incluye la aplicación del reglamento de la segunda actividad, que permitiría a los policías desarrollar tareas fuera de la calle a partir de los 57 años, el permiso para realizar horas extra para cubrir servicios esenciales de seguridad ciudadana –los agentes se habían negado a hacer más si no cambiaba el trato que recibían– y el cómputo de los minutos que se dedican a preparar el uniforme como tiempo efectivo de trabajo. Con todo, faltará que se apruebe el documento en una mesa de negociación –que se ha convocado para la semana que viene– y en el consejo plenario.