Sanidad
Médicos y enfermeros del CAP Llibertat de Reus dicen «basta» a la sobrecarga laboral
Denuncian que los facultativos actuales se tienen que repartir la atención a 7.500 pacientes que corresponderían a los cinco profesionales que faltan en la plantilla
Los médicos y enfermeros del CAP Llibertat han dicho basta a la sobrecarga laboral que están sufriendo. «¡Estamos al límite! ¡No podemos más!» o «Sin sanitarios no hay asistencia» son algunos de los mensajes que se pueden leer en las pancartas colgadas en la fachada del centro de atención primaria. Y es que, tal como informó ayer el médico Josep Maria Roca, dos compañeras ya han tenido que pedir una baja laboral porque la situación las ha superado. Según detalló Roca durante la concentración que los sanitarios convocaron ayer enlas puertas del CAP, tendría que haber trece médicos de familia trabajando en el centro, pero, en la actualidad, solo son ocho: hay tres bajas, dos de las cuales relacionadas con el estrés, y, además, dos plazas provenientes de la última convocatoria del InstitutCatalàde la Salut(ICS) han quedado desiertas, si bien fueron designadas a dos profesionales que no han podido ocupar el lugar por motivos personales. «Cada médico tiene una cuota de unos 1.500 pacientes. Si faltan cinco, hay 7.500 personas que nos tenemos que repartir entre los que quedamos», declaró Roca, añadiendo que los sanitarios ven como día tras día incrementa la «angustia» que sienten.
La sobrecarga de los médicos acaba derivando en más trabajo para los administrativos y los enfermeros. Tal como explicó la enfermera Judit Borrull, este último grupo tiene que atender cada día entre cinco y diez ciudadanos más de los que tenían previsto. «A muchos de los pacientes los ve enfermería porque no les puede visitarningún facultativo», remarcó. «Mantenemos la calidad asistencial, pero en detrimento del profesional», añadió.
Según el secretario general del sindicato USITAC, Josep Tutusaus, la respuesta a las demandas de los trabajadores es que «no hay médicos» para contratar. Tutusaus apuntó que, facultativos, hay, ya que cada año se gradúan en las universidades, pero señaló que el problema es que se les ofrecen unas condiciones contractuales «que no se pueden asumir». «Muchos de los que estudian Medicina se acaban marchando. Cataluña es la comunidad donde peor pagan a los médicos de familia», contestó Roca.
En este contexto, el facultativo mencionó que la respuesta que recibió por parte del Departamento de Salud y del ICS a las reclamaciones es que no se saben «organizar lo bastante bien», un argumento que refutó utilizando un símil futbolístico, a raíz de su pasado como miembro delstaff del CF Reus. «No hay que ser tecnócrata para ver que, en un equipo de once, si te faltan cinco jugadores, por muy organizado que estés, al final acabas perdiendo los partidos por goleada», aseveró.
Asimismo, Roca matizó que los sanitarios no tienen miedo a trabajar y que antes sabían que, una vez acaban las olas víricas, la marea de visitas vuelve a bajar, un escenario que ha cambiado. «Hace años que la situación no es así. No vemos la luz al final del túnel», lamentó.
Es por este motivo que, si bien se esfuerzan por mantener los estandartes de calidad asistenciales, los trabajadores han llegado a un punto crítico que puede acabar afectando no sólo a los profesionales, sino también a los usuarios. Como ejemplo, apuntó el factor que haya listas de espera cuando, antes, en 24 horas se podía acceder a la consulta. «Día tras día, eso agota y desespera», concluyó.