«El asfalto agrava el problema de las inundaciones en el camino Pedra Estela de Reus»

Cada vez que la lluvia remoja Reus, el camino de la Pedra Estela se convierte en un río que desemboca en las puertas de las masías. Los residentes hace años que contemplan la misma escena, pero la problemática se ha acentuado desde que concluyeron las obras de asfaltado del terreno.

La presidenta de la asociación de vecinos (AV) del camino de la Pedra Estela, Marta Virgili, señala que, en las zonas rurales, no hay alcantarillado y, por lo tanto, es la misma tierra la que se encarga del drenaje. Con el pavimento, el agua no encuentra otra salida que acumularse en los caminos de acceso a las fincas. «Después de las obras, un vecino que no había dicho nada antes nos comentó que tenía toda la entrada inundada. A mí, antes se me acumulaba un poco de agua, pero ahora lo hace más», comenta Virgili, recordando las finas precipitaciones de diciembre.

Una de las vecinas más perjudicadas históricamente por las lluvias es Pepi González. Las aguas que bajan por los caminos de la Pedra Estela i dels Morts confluyen y tienen como destino final su puerta de acceso. Su marido agujereó el muro exterior para intentar filtrar el canal por el lateral de la casa, pero tanta es la cantidad de residuos que navegaban que lo tenía que ir desembozando. Con los trabajos de mejora de la zona, los operarios abrieron un sumidero en su camino de entrada para intentar absorber la lluvia.

«Cayeron cuatro gotas, que ni siquiera se puede decir que lloviera, y aquello no tragaba más. No han solucionado el problema», asevera González, que también critica que, desde que el camino se ha convertido en un punto frecuentado por excursionistas y corredores, ha incrementado la presencia de desperdicios que, por la acción del agua, acaban llegando a su casa. «Con este ritmo, tocará derribar mi casa y hacerla de nuevo, porque el agua se va filtrando», lamenta.

En esta línea, Virgiliañade que el problema no radica sólo en la creación de charcos a los accesos, dificultando que se pueda entrar o salir, sino que el agua aviva el desgaste de los muros, una operación todavía más precipitada por los trabajos de asfaltado, que les han dejado «tocados». Con todo, la portavoz vecinal reconoce que el pavimento está «tan bien hecho» que el camino parece una calle más de Reus. «Está muy bien hecho, pero es un proyecto urbano situado en un sitio rural. Hay cosas que no ligan», concluye.