«Desviemos el tráfico continental del Prat a los aeropuertos de Reus y Girona»

El ingeniero naval Joaquim Coello fue uno de los impulsores de la propuesta de construir una nueva pista en el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat sobre el mar, de 3.500 metros, una alternativa a la ampliación del equipamiento que reduciría el impacto medioambiental y que permitiría a los aviones despegar sin afectar a las zonas pobladas.

Con todo, matiza que la idea no se queda aquí, sino que se trata de una «propuesta doble». «Hacemos como hacen todos los aeropuertos grandes, desviamos tráfico del Aeropuerto del Prat hacia los aeropuertos de proximidad –Girona y Reus-, que no tienen ningún problema, y menos cuando pueden estar conectados con Barcelona con un tren de alta velocidad en 30 minutos», declaró ayer durante una conferencia en la Cambra de Comerç. En concreto, Coello señaló que se tendrían que repartir los vuelos europeos entre Reus y Girona, un factor que permitiría a la infraestructura barcelonesa potenciar su oferta intercontinental. «Si sacamos tráfico de Barcelona y lo llevamos a Girona y a Reus, no hay que ampliar el Aeropuerto del Prat. Tenemos que cambiar unos pasajeros por otros», aseveró.

Coello comparó el caso catalán con el sistema aeroportuario de Londres, donde los aeropuertos de Gatwick y Stansted permiten esponjar Heathrow y, al mismo tiempo, garantizan la conectividad con la capital británica a través del tren. «Tenemos en Cataluña dos aeropuertos con pistas de 2.500 metros de largo, suficientes para volar por toda Europa, pero que no están aprovechados», expresó.

El objetivo no sería sólo atraer visitantes para la Costa Daurada, sino que, con la alta velocidad, los pasajeros podrían continuar el trayecto hasta Barcelona después de desembarcar en «Barcelona sur» –Reus–, una medida que, al mismo tiempo, permitiría «descongestionar» El Prat.

Para que la iniciativa sea rentable, sin embargo, será necesaria la construcción de la estación intermodal. En palabras del ingeniero naval, la actual estación del Campde Tarragona está «muy lejos» de la infraestructura aeroportuaria. «Si no hay una conexión rápida con el AVE, la gente no vendrá a Reus. Si cuando bajan del avión los pones en un autobús y les haces pasear por el Campde Tarragona, no lo harán», apuntó.

En este escenario, añadió que es crucial convencer a las compañías aéreas para que reprogramen sus vuelos con origen y destino entre las fronteras europeas para que operen en el Baix Camp. «Las conexiones con Europa, naturalmente, se pueden hacer desde Reus o Girona. Si tenemos el tren, vendrán los pasajeros y facilitará que los vuelos estén. Me parece que las conexiones hacia París, Londres, Berlín o Frankfurt tendrían turistas y atraerían gente de negocio que las utilizaría, claro está que sí», afirmó.

Coello subrayó que Reus tiene potencial para acoger unos tres millones de pasajeros al año, un factor «muy importante» para Aena, ya que generaría actividad y permitiría dotar las instalaciones de establecimientos como restaurantes o tiendas, de manera que se generaría riqueza y ocupación.

Por otra parte, el ingeniero naval cree que no tendría «mucho sentido» activar una pista intercontinental en el Baix Camp porque el punto de referencia sigue siendo Barcelona. «¿Dónde tiene la oportunidad Reus? Al volar a Europa, que no es poco. Poder volar desde Reus a Roma o Milán es muy importante para el mundo de los negocios. Creo que hay más interés en volar a estos lugares que aShanghái y, además, quien quiera ir a Shanghái, podrá coger un tren y, en 30 minutos, llegar a Barcelona», remarcó Coello. «Creo que el Aeropuerto de Reus está preparado para crecer si le dan la posibilidad de hacerlo», concluyó.