«Educar es la mejor manera de dar»

«Mi hombre siempre me decía que cuando llegaba el 15 de septiembre, era otra mujer. Y quizás tenía razón, porque siempre me ha encantado hacer de maestra». Cori Bach Voltas ha dedicado toda su vida a la enseñanza. Después de dos cursos haciendo de maestra en la escuela Mowgli, puso en marcha, junto con un grupo de maestros, la escuela Montsant, la Llar d'Infants Montsant y, en el año 1997, la Fundació Escola Montsant de Reus. Este 2023, el Ayuntamiento de Reus ha decidido otorgarle la Medalla de la ciudad «en reconocimiento a su trayectoria excepcional, dedicando toda su vida a la enseñanza con una vocación absoluta y permanente». «Yo diría que mi vida siempre ha sido dar alguna cosa a los demás. Y pienso que la manera de dar más es educando. Para mí, enseñar no ha sido un trabajo, sino una fortuna», asegura Cori.

Hace veinte años que se jubiló del trabajo de docente, y aunque asegura no echar de menos las clases, conserva un recuerdo dulce: «¡Yeso que cuando estudiaba bachiller no pensaba en ser maestra! Quería ir a Barcelona y estudiar arquitectura, o quizás matemáticas, que me gustaban mucho. Pero después, hacer de maestra me ha encantado. Es tan bonito, llegar a clase, sentarte con ellos y ver aquellas caras que te miran...».

La vocación le llegó con sólo 16 años, cuando acabados los estudios, se puso a dar clases particulares para ganarse la vida: «Los padres no se podían permitir enviarme a Barcelona, así que empecé a dar clases, y a partir de aquel momento fui maestra».

Cori vive en la casa familiar, junto a la escuela Montsant. «Cuando me jubilé, Jaume, mi hombre, me dijo: et prenc de viatge perquè no sentis l'escola, perquè l'enyoraràs. Nos fuimos un mes y cuando volví todo estuvo bien, porque yo, cuando dejo una cosa, la dejo. Y además la escuela sigue funcionando, y continúa bien», explica.

Y es que el nombre de Cori Bach Voltas estará para siempre vinculado a este centro de enseñanza. «Cuando me casé, en Reus hubo un movimiento pedagógico importante que nos llevó a poner en marcha la escuela Montsant. Primero, en la masía de mi suegro, el Mas Vilella, y después ya en el lugar en el queestá ahora», recuerda.

«Lo más importante de todo, sin embargo, y quiero que quede muy bien subrayado, es que hicimos una escuela que no era de una persona, sino de un grupo de gente, y eso nos dio mucha fuerza. El proyecto no habría existido sin toda la gente que trabajó, además de los padres, que apostaron y nos ayudaron. Sin todo este trabajo colectivo, no se habría conseguido».

Además, insiste, «tuvimos que hacer mucho trabajo para ser pioneros en escuela catalana, mixta e inclusiva para niños con dificultades especiales». Esta cuestión, la de la inclusión, también ha sido una de las grandes preocupaciones de la maestra reusense, que fue una de las impulsoras proyecto Esmeralda para favorecer la inclusión laboral de los alumnos de integración una vez salían de la escuela.

El galardón que le ha concedido la ciudad, explica, leha cogido «un poco por sorpresa», aunque admite que «un reconocimiento cuando tienes 80 años siempre es agradable». Así y todo, asegura que encontrarse todavía por la calle antiguos alumnos que la recuerdan y le explican momentos vividos o los frutos que dio su acompañamiento «es la mejor medalla de todas».