Coordinador de la Comissió d'Infraestructures de la Cambra de Comerç de Reus
«Tenemos que ceder todos para que haya consenso sobre el transporte de mercancías»
El arquitecto Miquel Domingo cree que sólo se conseguirá que los productos peligrosos no atraviesen los núcleos poblados si se va «todos a una»
— Hace muchos años que reclaman que las mercancías no pasen por los núcleos poblados. ¿Se ha dado algún paso adelante?
— Sí, pero pocos.
— Cuáles?
— El corredordel Mediterráneo es una intervención que ayuda a hacer que ciertos materiales ya no entren en nuestras poblaciones. Abres sí que se han hecho, pero no hay ninguna que sea lo bastante definitiva para no seguir reivindicando infraestructuras que son de grandes dimensiones, pero que también estarían protegiendo la población.
— Mejoran la situación, pero no solucionan el problema.
— Claro está. La situación idónea sería conseguir que el riesgo de materias peligrosas sea mínimo en todas las poblaciones, y eso se tiene que reconocer que es difícil, pero nos tenemos que poner, porquesi no, no llegaremos nunca.
— En el caso de Reus, las mercancías pasan por las vías del tren y llegan a la estación.
— Hay que buscar una solución para desplazar sus trayectos hacia fuera, que no tengan una relación íntima con la población. Las normativas dicen que tiene que haber hasta 500 metros de separación respecto de los núcleos de población.
— Estos 500 metros no se están respetando.
— No. A veces, hay 30 metros. Las vías del tren se han ido desplazando hacia la periferia, pero Reus también ha ido creciendo y lo ha hecho en la misma dirección. Cuando se hizo el desplazamiento inicial, estas normativas no eran vigentes. Tenemos que buscar soluciones ahora.
— Qué se tendría que hacer?
— El primero que tenemos que conseguir es que el territorio vaya a una. Después, si ya tenemos infraestructuras que más o menos están respetando la distancia, valdría la pena establecer pasillos de circulación. Por ejemplo, si tenemos una población como Reus que ya tiene un corredor de vehículos motorizados desplazado de la población –la autovía C-14–, que casi cumple estos requisitos, aprovechémoslo. Sí que quizás pondremos una barrera en el territorio, pero estaremos estableciendo franjas de infraestructuras que serán respetuosas con las medidas que se necesitan. Es así de sencillo.
— La Cambra de Reus ha dado apoyo a la Plataforma Mercancías por el Interior; también la de Tarragona, el AEQT, el Puerto...
— Así es. Las plataformas analizan el problema desde el territorio y ponen un poco de conocimiento al tema. Si observas el territorio, piensas en ver cómo se puede pasar de que moleste el mínimo de gente posible.
— El Governestaba estudiando la viabilidad de remodelar la red ferroviaria y parece que contemplaba opciones que pasarían por núcleos poblados...
— Sí, pero tampoco es que presenten alternativas impensables de hacer. Lo más importante es poner criterio. Quizás alejado del territorio es más difícil entenderlo, pero hay propuestas del Ministerio que se pueden aprovechar.
— Lo que no se podría aprovechar es que pasen las mercancías por las poblaciones?
— Claro está. Si el mismo Ministerio hace normativas, el primero que las tiene que cumplir entiendo que es la misma institución.
— Se tendría que escuchar más la voz de los agentes del territorio.
— Evidentemente. La única manera de buscar una alternativa lógica y de acuerdo con el territorio es ir muy juntos. Necesitamos consenso sobre el transporte de mercancías peligrosas. Es un ejercicio que todavía nos falta hacer.
— Parece que la plataforma ha conseguido el consenso.
— Sí. Se tiene que reconocer que se han tomado la molestia de ir uno por uno a todos los estamentos para consensuar una propuesta. Son provocadores de consenso.
— Quien tendrá que ceder, el territorio o el Ministeri?
— tenemos que ceder todos. Es necesario que haya consenso dentro del territorio y consenso con el Estado.
— Falta trasladar el consenso.
— I que te lo entiendan como provocador de mejoras para la población, que es muy difícil. Estamos hablando de unas infraestructuras que valen una fortuna.
— Por qué no se ha llegado antes a un consenso?
— Históricamente, eso ha sido una guerra de campanarios. Como estamos en un país pequeño y desde un pueblo oyes|sientes el campanario del lado, parece que a quien más llama tenga más razón, y eso no es verdad. Tiene razón lo que se adapta más al territorio y lo que tiene más consenso. Falta mucho a hablar, todavía.