Los debutantes aprueban con nota la Ganxet Pintxo de primavera de Reus

La Ganxet Pintxo de primavera arrancó con polémica: la tapa y el quinto pasaban a costar 4 euros. Dos de los establecimientos que es más habitual ver entre la lista de participantes, El Ábside y Cal Gallisà, coinciden en valorar que esta edición, la vigésimaprimera, como «una de las más flojitas». «El volumen de trabajo que ha habido en comparación con el resto de ediciones ha sido bastante, bastante más bajo. No han estado las locuras de gente que suele haber», expresa el propietario de El Ábside, Josep Torres. Cree que la bajada de la asistencia se debe a varios factores, como un precio «psicológicamente poco competitivo», la digitalización de la promoción y las fechas, a final de mes y próximas a Semana Santa.

Aunque desde Cal Gallisà también se reconoce que ha sido un certamen «un poco más flojito» que anteriores convocatorias, aseguran que el regusto de boca es «positivo» y que la gente ha comprendido «que en tres años no se había subido el precio y que 50 céntimos no es mucha cosa», tal como detalla uno de los responsables del local. Diferentes han sido las experiencias de los establecimientos debutantes. En el bar l'Antídot, la sensación tiende a la perfección. «Hemos hecho más de lo que pensábamos», valoran, apuntando que ya esperan como agua de mayo la edición de otoño.

La pastelería Exalta se puso el delantal por primera vez para participar en la iniciativa reusense. Querían aportar el toque dulce con la suya Avellana cítrica , inspirada en los postres que les hicieron ganar el premio de tercer mejor bombón del mundo, pero trasladándolas a una gastronomía «más local». «Estamos muy contentos, ha tenido una buena aceptación. Nos ha ayudado a hacer que nos conozcan más», remarca la propietaria, Alexandra Navarro. Los responsables de Exalta y de l'Antídotcoinciden en decir que uno de los grandes valores de la Ganxet Pintxo ha sido ayudarlos a hacerse más visibles.