Movilidad
Personas con diversidad funcional exigen un Reus sin barreras
Se concentran delante del Ayuntamiento para pedir adaptar aceras, pasos de peatones y semáforos
El 1 de mayo es día de reivindicaciones. Un grupo de personas con diversidad funcional se movilizó ayer delante del Ayuntamiento para exigir que, en Reus, haya «cero barreras arquitectónicas», tal como pregonaba uno de los carteles que ilustraba el llamamiento. «Reus tiene muchísimas cosas mal adaptadas, tanto respecto a tiendas como a calles y pasos de peatones», critica el portavoz de la asociación Diversitat Funcional Reus, Julián Fuentes.
El objetivo de la concentración era reclamar «una mejora de la movilidad para todo el mundo», en palabras de Fuentes, no sólo de los ciudadanos con movilidad reducida. Entre otras cuestiones, los manifestantes exigieron que se adapten todos los semáforos y pasos de peatones, con sonido y adoquines guía, y que se coloquen bandas sonoras en las líneas de la calzada. Asimismo, denunciaron que hay calles «intransitables», como el de la Galera, el de las Carnisseries Velles o el de las Galanes, por la presencia de paneles con adoquines que se alternan con el pavimento liso. «Incluso una persona que lleva un cochecito tiene que pasar por encima, y eso rompe las ruedas y la espalda, de tanto zarandeo», apunta el portavoz de la asociación.
Fuentes comenta que el Ayuntamiento tendría que tener potestad para denegar la concesión de licencias a los establecimientos que no garanticen la accesibilidad a la globalidad de la población y que planteen exclusivamente medidas de entrada al negocio con elementos que suponen una barrera arquitectónica, como peldaños. Adicionalmente, cree que se tendría que reformular la ordenanza de terrazas, que dificultan el paso de las personas cuando las aceras no son lo bastante amplias, situación que se repite con los expositores de las fruterías. Asimismo, señala que la expansión de la red de carriles bici tendría que contemplar no quitar plazas de aparcamiento destinadas a las personas con movilidad reducida. «Me gustaría contactar con unos cuantos políticos, dejarles las sillas e ir a dar una vuelta por los lugares más conflictivos, que vean cómo se sufre yendo por estas calles», expresa. Añade que los problemas para circular se encuentran tanto en el núcleo histórico de Reus como en los barrios de la periferia.
Sin embargo, el portavoz de la asociación Diversitat Funcional apunta que se tendría que ir en la dirección que se está planteando con la reforma del arrabal de Santa Anna. «Lo están dejando muy bonito y parece que estará bastante adaptado, si bien no del todo. Ya es un paso adelante», concluye.