«Si hay algún partido político que no quiera invertir en el sur de Reus, que lo diga claramente»

— 2019. Noche electoral. «Noemí Llauradó quiere ser alcaldesa». Al final, no lo fue.

— Lo que pasa aquella noche es que estamos muy contentos, muy ilusionados, porque hemos triplicado los resultados en número de concejales. Es un momento de euforia colectiva, pero nos falla una cosa: no fuimos la fuerza más votada. Nos gana CiU. Por lo tanto, la situación para ser alcaldesa implica tener que pactar con dos fuerzas que nos aproximan, el PSC y la CUP. Se nos hace complicado pactar con un PSC que ha avalado el 155. El presidente de nuestro partido está en la prisión, hay personas represaliadas, hay en el exilio. La asamblea decide que no es momento de ser la alcaldesa con aquel PSC. Proponemos una alternativa, que es decirle a la CUP «gobernamos las tres fuerzas independentistas, CiU, CUP y ERC», y la CUP no lo acepta porque no quiere a Carles Pellicer de alcalde.

— ¿La situación ha cambiado con el PSC?

— Creo que el PSC tendría que instar al PSOE para que recuperara todo lo que hace referencia a la mesa de diálogo. Es evidente que la situación ha mejorado respecto de donde estábamos en el 2019, pero todavía tenemos gente en el exilio y personas represaliadas. Reclamo al PSC que exija al PSOE que sea más valiente a la hora de abordar la cuestión.

— ¿Podrían entenderse con el PSC si se compromete a presionar al PSOE en este tema?

— No he dicho eso. Hablaremos con las fuerzas políticas para intentar tener un gobierno estable, que nos permita llevar a cabo iniciativas que beneficien a la ciudadanía. Tendremos que explorar hasta qué punto podemos coincidir con el resto de partidos, pero el objetivo principal es ser la fuerza más votada y que sean ellos, en todo caso, los que vean si quieren o no sumar con nosotros.

— Han propuesto inversiones potentes. 500.000 euros al año para rehabilitar viviendas, 2,4 millones para la compra de suelo industrial... ¿Cómo se financiarán?

— Con el presupuesto, evidentemente. Los gastos se tienen que priorizar según las necesidades. Además, tenemos que intentar que los grupos de la oposición lo vean bien. Dicho esto, es evidente que las necesidades son cada vez mayores y, en cambio, los recursos son finitos. Haría falta que todos los ayuntamientos hiciéramos una alianza con el fin de pedir una mejor financiación al Estado porque, al fin y al cabo, somos los que tenemos que prestar los servicios que tienen una repercusión más directa y más inmediata a la ciudadanía. No puede ser que estemos infradotados, y menos cuando se nos exigen cosas como disponer de superávit o comprar vivienda para destinarlo a alquiler social.

— Muchos partidos están diciendo que bajarán impuestos.

— Es una política propia de una campaña electoral. Se puede mirar qué podemos bonificar, porque seguramente hay margen de mejora, sin embargo, más que eso, lo más importante es que la ciudadanía vea que aquello que se paga tiene repercusión en unos servicios de calidad. Cuando hay un equilibrio correcto entre lo que pagas y lo que recibes, la ciudadanía, incluso, se siente orgullosa de contribuir a hacer que aquello sea posible.

— Este gobierno ha trabajado para desplegar la red de carriles bici, pero hay división de opiniones con la forma en la que se está llevando a cabo.

— Tenemos que ser conscientes de que, en Reus, no hace tantos años que hagamos pedagogía de la movilidad sostenible. Se tiene que instaurar de manera progresiva, mejorando aquello que se ha podido hacer mal, pero siendo conscientes de que tenemos que seguir avanzando. Nosotros creemos, creemos que eso mejorará la calidad de vida. Evidentemente, puede haber molestias por el hecho de que se despliegue un determinado carril bici. Como dice la concejala Marina Berasategui, tendemos, todas las personas, a encontrar la costura del vestido. La costura la tenemos que hacer, poco a poco, más bonita, que casi no se perciba, pero lo importante es tener el vestido. Nosotros tendremos el vestido de la sostenibilidad e intentaremos que estas costuras molesten lo menos posible.

— La oposición critica una supuesta falta de transparencia con el nuevo Mercat del Carrilet.

— Ha habido un proceso participativo en el barrio y, después, lo hicimos extensivo al conjunto de la ciudad. Se hicieron unas encuestas. Algún grupo nos ha dicho que no preguntamos específicamente por el mercado, pero había la opción de hacer propuestas libres. Precisamente, en este proceso participativo apareció la necesidad de que siguiera habiendo producto fresco. Entonces, se toma la decisión de adquirir el edificio de la avenida del Carrilet y ubicar allí el mercado. Hay mercado, que es lo que pedía la ciudadanía. Además, pondremos una isla de equipamientos.

— El proyecto de reordenación urbana del Carrilet proyecta tres nuevos equipamientos.

— Exacto, y ganamos con servicios. Seguiremos teniendo mercado y ganaremos equipamiento cultural, juvenil, y un edificio de viviendas. También se hará una mejora de las calles y ganaremos un parque que conecte con Mas Iglesias. Si hay algún partido que no quiera invertir en el sur, que lo diga claramente. Nosotros sí que queremos invertir.