Vecinal
Los vecinos del casco histórico de Reus inician una campaña para reclamar su derecho al descanso
Un grupo de ciudadanos ha colgado por los establecimientos del barrio carteles pidiendo silencio por las noches
Un grupo de vecinos del núcleo histórico de Reus se ha organizado para impulsar una campaña para reclamar que se respete su derecho a descansar por la noche. Uno de los ideólogos de la iniciativa, Eduard, detalla que ya hace años que tienen que convivir con la oferta de ocio nocturno que se puede encontrar entre el Ayuntamiento y el arrabal de Santa Anna y, en concreto, con lo que califica de «ocio de borrachera», fuente de incivismo y ruido. «A partir de ciertas horas, tiene que haber silencio o se tiene que bajar el volumen, así no podemos continuar», remarca.
La campaña consiste en ir puerta a puerta por los establecimientos del barrio para concienciar a propietarios y a clientes «de que el descanso es básico para la salud». Con el visto bueno de los comerciantes, a continuación se engancha un cartel con el mensaje «cuidemos el descanso vecinal» en la puerta, la fachada o cualquier otro lugar visible.
En estos momentos, una treintena de negocios se han adherido a la propuesta, tal como detalla Eduard, que se concentran en las calles de Santa Anna, de Vilar, de Rosich y de las Galanes; en la plaza de la Farinera y en el arrabal de Santa Anna. «Vamos de cara al buen tiempo y mucha gente abrirá las ventanas porque no tiene aire acondicionado», comenta uno de los impulsores. «No queremos volver a pasar por otro verano estando nerviosos y estresados, no poder descansar es perjudicial para la salud», añade.
Eduard subraya que la importancia no recae sólo en el hecho de garantizar el bienestar de los ciudadanos que viven en el núcleo histórico, sino que también se quiere crear conciencia colectiva y encontrar una solución antes de que se difunda una «mala fama» que pueda alejar a las personas que estén buscando una vivienda y que encuentren la opción de trasladarse a las vías más céntricas de la ciudad. «¿Cómo sería el barrio sin habitantes? Sería un núcleo histórico muerto. Ahora que se habla tanto de viviendas, tendrían que cuidar más a los que vivimos allí», indica.
Con todo, la iniciativa no se detendrá aquí. El grupo de vecinos ha planteado una segunda actuación que se desplegará de cara al otoño, consistente en invitar a un experto médico y programar una charla sobre «las graves consecuencias que tiene no descansar». Eduard señala que la intención es llevarla a cabo en alguna calle, al aire libre, a fin de que se pueda adherir cualquier transeúnte y que la clase política sea consciente de la existencia de esta problemática.
«Seguimos trabajando para que lo solucionen de una vez», asevera. El portavoz vecinal apunta que la campaña es «low cost» porque los mismos residentes han sido los encargados de imprimir las copias del cartel e ir informando a los comercios cercanos sobre el proyecto. «Si uno tiene voluntad de escuchar las problemáticas y de solucionarlas, se resuelven; todo pasa por tener voluntad», concluye.
La tranquilidad de medianoche
El ámbito de actuación de la asociación de vecinos de la Puríssima Concepció se centra en las plazas del Teatre y del Baluard y la calle de Jesús, además de las vías que se encuentran en este diámetro. Su presidente y tesorero, Miguel Ángel Enrique, comenta que la zona «conflictiva» se concentra en las calles y plazas que se encuentran a espaldas del palacio consistorial y que, en su ámbito, sólo hay un local que cierra a medianoche y que «se porta bastante bien».
De hecho, comenta que, mientras se sirven las cenas, acostumbran a hacer más jaleo los niños que juegan en el parque de la plaza del Teatre que los comensales. Una vez tocan las doce y el establecimiento baja las persianas, sin embargo, reina el silencio y todo el mundo se marcha a dormir. De vez en cuando puede ocurrir algún hecho conflictivo o puede pasar por aquellos lugares una persona incívica vociferante, pero no por haberse excedido con el consumo en los locales de la zona.