Las manos que peinan a la Vitxeta de Reus

En el marco de la festividad de Corpus de este año se presentó el nuevo vestido de la Vitxeta de Reus. Aquel día, sin embargo, la giganta también estrenaba peinado. «En esta ocasión pensamos en hacerle uno recogido que fuera una mezcla de trenzas con unas torzaditas muy naturales y, por debajo, un moño como una media luna que nos permitiera recoger toda la melena. De esta manera, conseguimos darle un toque actual, manteniendo su estilo clásico», explica Silvia Francesch. Ella es la estilista que, desde hace unos años, se encarga de manera voluntaria de peinar los Gigantes y Gigantas de Reus.

Todo empezó cuando sus dos hijos entraron a formar parte del Colla Gegantera. «Hasta entonces los peinaban las chicas del grupo, hasta que un día les dije Ya lo hago yo, si queréis ». Y, desde entonces, ella y su equipo de la peluquería Scandal se encargan de qué todo el grupo de gigantes y gigantas luzcan perfectas cada vez que salen a bailar.

Hace más de treinta años que Sílvia trabaja en el mundo de la peluquería. Su formación como estilista empezó con dieciocho años, en la Peluquería Llongueras. Allí estuvo más de dos décadas hasta que decidió dar el salto y montar su propio negocio, Scandal, en la calle de Santa Teresa. Su bagaje y experiencia le han sido muy útiles a la hora de trabajar las cabelleras de los gigantes, ya que algunas son muy antiguas y prácticamente no se pueden modificar. «Tenemos que ir con mucho cuidado», explica el estilista. Así, por ejemplo, no utilizan nunca el secador de pelo. «Como mucho, un cepillo, clips, agujas de gancho y algún suero para que se vean aseadas», detalla.

En cuanto a dificultad, Silvia explica que la más difícil de peinar es la Giganta India, «porque tiene una especie de rizo que se tiene que hacer bien para que no se le deshaga». Así y todo, admite que, para ella, «es la más guapa de todas».

La que le da más juego, sin embargo, es la Vitxeta: «Cuando, antes de la pandemia, estrenó el anterior vestido, el de color azul, le deshicimos el pelo y los limpiamos a fondo. Entonces decidimos dejarlo suelto una temporada, porque se llevan mucho las melenas». Ahora, sin embargo, con el nuevo vestido, han optado por volver a recogerlo «porque la melena suelta cuesta mucho de mantener».

Peinarla Vitxeta, admite a Silvia, «es un poco cómo jugar a peinar las muñecas. Vamos probando, haciendo y deshaciendo, y presentamos tres o cuatro propuestas. Al final, a quien decide es el IMAC». Para peinar las figuras, Silvia y su equipo se desplazan al Vapor Vell, talmente como un trabajo a domicilio.

Después, en la calle, Silvia admite que no puede parar de mirar las cabezasde los gigantes cuando están bailando, para asegurarse de que todo está bien y que cada pelo está en su sitio. «Se me van los ojos», confiesa, riendo.