El muro del Parque de Bomberos de Reus se convierte en el lienzo de un festival de grafitis
Un grupo de jóvenes había propuesto renovar el espacio de arte urbano y completa la acción durante las fiestas de barrio
A la espera de reformar las instalaciones, el Parque de Bomberos luce un renovado aspecto exterior. El muro que lo rodea, junto al Centro Cívico Mas Abelló, se convirtió el sábado en el lienzo particular de un grupo de grafiteros. No era un acto vandálico, sino al contrario. El equipo de Acción Comunitaria del Sant Josep Obrer, la asociación de vecinos del Mas Abelló, el Centro Cívico Mas Abelló y los servicios de Juventud del Ayuntamiento colaboraron para dar respuesta a una propuesta de los jóvenes del distrito, que querían renovar este espacio de arte urbano. Enmarcado en las fiestas de barrio y en el proyecto Reus Murmuris, y con actuaciones musicales en directo, se organizó un festival de grafitis.
«Me preocupaba qué podían pensar las personas mayores, que nos vieran como unos quinquis y se asustaran», expresa el grafitero Víctor Hoyos. Con 19 años, este vecino del Mas Abelló fue uno de los artífices de la iniciativa. Su miedo fue respondido con sonrisas complacientes. «Las personas mayores que pasaron por aquí miraban cómo trabajaban los artistas y preguntaban qué hacían. Había un interés genuino y sincero», explica Víctor Pereda, educador comunitario de servicios sociales del Ayuntamiento y nexo de unión entre los adolescentes y el resto de agentes implicados, con la voluntad de crear sinergias. «Una cosa pequeña, local, que había surgido del grupo de jóvenes, se ha convertido en un festival parte de la fiesta mayor del barrio», celebra.
Hoyos pintó una cara que evoca un pensamiento «alegre». Otros artistas representaron letras. También se puede ver una fusión entre una tortuga y un roedor. Igual que la pintura o la escultura, el grafiti es un arte. Los prejuicios van quedando en el pasado. «La gente del barrio vio que pintar con aerosol no es una gamberrada, sino que con un espray en la mano se hacen obras muy bonitas», subraya Hoyos. El presidente de la asociación de vecinos Primer de Maig, Eduardo Navas, opina que el resultado es «muy bonito» y que «da gusto mirarlo».
Las felicitaciones no cesan para el grupo de jóvenes y el mismo Hoyos está sorprendido por el buen recibimiento que ha tenido la propuesta. «Nunca habría pensado que la gente que me admiraba como grafitero ilegal ahora me pudiera admirar por lo que hemos conseguido», declara. La idea es poder repetir el festival una o dos veces el año. Y, si no se encuentra otro espacio para pintar, no tendría ningún problema en volver a utilizar el muro del Parque de Bomberos como lienzo. «No nos cuesta nada pintarlo de negro y volver a hacer obras más bonitas», concluye el grafitero.