Juzgan a un hombre por intentar matar a su vecino después de discutir por el volumen de la música
Fiscalia pide una pena de prisión de diecisiete años mientras que la acusación particular eleva la petición a 26
La Audiencia de Tarragona ha empezado a juzgar este miércoles a un hombre por intentar matar a su vecino después de una discusión por el volumen de la música cuando se encontraban en un patio común de su vivienda de Reus. Los hechos se remontan al 5 de noviembre de 2021. Entonces, el acusado disparó dos veces contra la víctima sin éxito y, acto seguido, le propinó varias cuchilladas. Fiscalia pide diecisiete años de prisión por los delitos de asesinato en grado de tentativa y tenencia ilícita de armas. También solicita 2.150 euros de responsabilidad civil por lesiones y daños morales. La acusación particular eleva la pena a 26 años de prisión por los mismos delitos, mientras que la defensa reclama una sentencia «justa».
El juicio ha arrancado con la declaración del acusado, quien sólo ha respondido a las preguntas de su abogado. El investigado reconoció que se peleó con la víctima y aseguró que entró en su casa para coger el cuchillo y la pistola porque tenía miedo de su vecino, según explicó a ACN su letrado. Además, el procesado ha argumentado que el primer disparo se hizo después de que tropezara y que «nunca tuvo la intención de matar a nadie». Según el abogado de la defensa, el acusado ha declarado que ambos terminaron cubiertos de sangre a raíz de la pelea y que el arma se encasquetó tras el primer disparo.
El hombre, que recibió las cuchilladas y disparos por parte del acusado, explicó que él no tenía ningún problema con el investigado, aunque afirmó que su madre había tenido algún encontronazo. El testigo relató que se pelearon y que pidió ayuda a un hombre que pasaba por la calle, quien no conocía. Ha detallado que redujeron al investigado y que el otro hombre llamó al 112. «Yo estaba encima del acusado, mi madre y el hombre que me ayudó estaban de pie cuando llegaron los Mossos», ha manifestado el joven.
La madre de la víctima también declaró que el acusado disparó directamente contra su hijo y que le puso la pistola en el pecho. «Estaba en estado de shock, mi hijo con la mano le apartó la pistola. Entonces, el acusado le propinó cuchilladas, no le había visto el cuchillo, lo vi de repente», ha descrito. Además, ha dicho que mientras su hijo se defendía golpeó al acusado: «Solo veía sangre de mi hijo, queríamos intentar pararle y que no nos apuntara más». También ha explicado que a raíz de estos hechos tanto ella como su hijo han necesitado ayuda psicológica, por estrés postraumático y angustia, y que han tenido que cambiar de domicilio.
En cuanto al tercer testigo, ha explicado que salía de trabajar cuando escuchó que un chico pedir socorro. «Vi a través de la valla a un hombre con una pistola, el joven me pidió ayuda, como pudimos entre él y yo le quitamos la pistola y lo redujimos, llamé al 112», señaló. «Vi que una persona encañonaba al otro en una distancia aproximadamente de un metro o metro y medio, no escuché la detonación, los dos ya llevaban sangre», añadió. También ha declarado que no vio si el cuchillo se rompió ni si la víctima le puso el cuchillo en el cuello al procesado.
A la vista de este miércoles, también declararon los agentes de los Mossos d'Esquadra que intervinieron en la actuación. Los testigos afirmaron que cuando llegaron al lugar de los hechos se encontraron al acusado en el suelo y que la víctima estaba encima reteniéndole. Ambos estaban llenos de sangre a raíz de la pelea. Los agentes explicaron que el investigado se puso más nervioso y agresivo cuando le denegaron entrar en su domicilio porque quería lavarse la cara que tenía llena de sangre.
Asimismo, indicaron que el hombre llevaba un monedero con cartuchos de munición y que encontraron en el suelo el cuchillo y el arma. «Encontré el arma de fuego en el suelo, la recogí y me la llevé a una zona segura; vi que estaba encasquillada, el gorro atascado evitó el segundo disparo», ha asegurado uno de los policías.
Otro de los testigos ha explicado que entraron dentro del domicilio porque el acusado les pidió que alimentaran a su perro antes de llevárselo detenido. Cuando entraron en la vivienda, encontraron una escopeta de caza, otra pistola y doce cartuchos, que no tenían licencia. El agente reconoció que informaron sobre las armas halladas en la instrucción y que se las llevaron, aunque carecían de la orden de entrada y registro del domicilio.
Diecisiete años de prisión
La fiscal pide una pena de prisión de catorce años por el delito de asesinato en grado de tentativa y tres más por el delito de tenencia ilícita de armas. También le prohíbe aproximarse a la víctima a menos de 500 metros y de comunicarse durante el plazo de dieciséis años. Además, solicita ocho años de libertad vigilada. Respecto a la responsabilidad civil, reclama 150 euros por las lesiones y 2.000 más por los daños morales.
Por su parte, el abogado de la acusación particular pide 26 años. En concreto, solicita diez años para dos delitos de asesinato en grado de tentativa y seis años más por tres delitos de tenencia ilícita de armas. Asimismo, reclama una indemnización de 500.000 euros por cada perjudicado – el hombre agredido y su madre- alegando que ambos han sufrido trastornos de estrés posttraumáticos y de angustia. En cambio, el letrado de la defensa pide una sentencia «justa», sin especificar las penas.