Patrimonio
La ARCP pide que el horno romano de la partida de la Buada sea BCIL
La Asociación Reusense por la Cultura y el Patrimonio explica que la catalogación permitiría proteger estos restos romanos
La Asociación Reusense por la Cultura y el Patrimonio (ARCP) ha presentado una instancia al Ayuntamiento de la ciudad pidiendo la catalogación como Bien Cultural de Interés Local (BCIL) de un horno romano de la partida de la Buada, cerca del término municipal de Castellvell del Camp.
El secretario de la entidad, Cristian Muñoz, detalla que se trata de un elemento «muy poco conocido» del siglo II d.C., donde se hacían ánforas y otros elementos de cerámica, como tejas. Señala que el horno, de planta rectangular, pertenece al yacimiento arqueológico de una antigua villa romana «en la que se han hecho hallazgos, pero que no se ha excavado». Además, subraya, que, en la actualidad, el terreno es de titularidad privada.
De hecho, este ha sido uno de los factores que ha motivado la solicitud presentada por la ARCP. En caso de ser catalogado como BCIL, los restos de época romana quedarían «protegidos ante la ley y serían sensibles a poder tener una mejor conservación y a vivir alguna restauración», dado que, en estos momentos, los restos están rodeados de hierbas. «Si el campesino que tiene la finca quisiera deshacerse del horno, ahora podría hacerlo. Si fuera BCIL, no podría tocarlo», ejemplariza Muñoz.
El secretario de la asociación que busca preservar y conservar el patrimonio de la capital del Baix Camp señala que el elemento «es muy curioso», ya que «forma parte del margen de la finca». De hecho, la ARCP, que ha contado con la ayuda del arqueólogo Jaume Massó para documentar los restos, explica que el muro central, con doble arcada de soporte de la criba, está aparentemente desaparecido en su mayor parte y sustituido por las piedras del margen.
El hecho de tener dos entradas y presentar dos arcadas hizo que algunos estudiosos pensaran que, enterrados, había dos hornos situados uno al lado del otro. Los materiales utilizados para el andamio de la estructura son adobes cocidos con posterioridad por el mismo funcionamiento de la alfarería, convirtiéndolas en ladrillos. Con todo, Muñoz lamenta que se haya perdido parte del horno. Historiador de profesión, Muñoz, quien pudo conocer de primera mano los restos hace unos dos o tres años, expresa que «creía que era de justicia intentar proteger uno de los pocos elementos que tenemos de época romana, a falta de realizar más excavaciones e investigaciones».
Desde su constitución oficial como asociación, la ARCP lucha para conservar elementos del patrimonio reusense. Hasta ahora, ha pedido que se catalogue como BCIL el puente medieval de Calderons, junto a la urbanización El Pinar, y las Peixateries Velles –tanto la plaza en sí como los portales. En la actualidad, está trabajando para presentar sendas instancias por la Boca de la Mina –la salida del agua y el paseo– y por unos chalets noucentistas del camino de Tarragona.
La entidad surgió a raíz del derribo de una casa noucentista en la calle de Sant Llorenç, hace un par de años, por motivos de seguridad, tal como se detalló desde el Ayuntamiento. Muñoz detalla que eso a mucha gente no le gustó y recuerda que el expresidente de la Generalitat de Catalunya, Quim Torra, expresó su descontento a través de las redes, donde calificó la actuación de «desprecio por el patrimonio de todos». «A partir de entonces, dijimos que era necesario juntarnos a la gente que teníamos esta estima por el patrimonio, de aquí surgió la idea de hacer la asociación», concluye.