Conectar con la Casa Navàs a través del cuerpo

«No habrán vivido nunca antes nada como eso». Arquitectura. Modernismo. Movimiento. Cuerpo. La Casa Navàs está a punto de exhalar un torrente de emociones. Quedarse embelesado contemplándola al cruzar la plaza del Mercadal es un fenómeno recurrente. Sufrir el síndrome de Stendhal sólo poner un pie en su interior, habitual. Los ojos se escapan a los vitrales, en el techo, en las escaleras, en las paredes, en el suelo. Como si pocas fueran las obras de arte que conserva a cada rincón, se le sumará una nueva: la danza. Anna Borràs y Daniel Navarro vertebran Indra Dance Company y, el 27 de julio, presentarán Exhale Casa Navàs . Han adaptado el espectáculo original, Exhale , para incorporarlo a una exclusiva visita guiada. Explicarán las historias de Joaquim Navàs, Pepa Blasco y los otros residentes. No lo harán con palabras. El cuerpo hablará.

«En vez de sólo ver la casa, la podrán sentira través de las emociones», expresa Borràs. Sentir y emocionar son dos de las palabras que más repite la pareja de artistas y, de hecho, es su elemento identitario. Tristeza, terror, exaltación, euforia. «Queremos recrear la personalidad de cada habitación, como vivía allí la gente», añade Navarro. Las frutas son omnipresentes en el comedor: hay en las sillas, en las paredes, en la chimenea. Habrá en lasmanos del dúo.

Una escena costumbrista dejará paso al pavor más auténtico al salir a la terraza, un espacio edénico para saborear un vermú que fue testimonio de la tragedia del pasado: los bombardeos de la Guerra Civil española. «La casa cambió completamente, como se puede reflejar en la arquitectura», señala Navarro. La torre, el cabezal y los vitrales se desmenuzaron. «Queremos representar esta historia, que es dolorosa y muy triste», explica Borràs. La acción, que antes podía parecer bucólica, ahora será «subida de tono, drástica, física». La muerte pondrá fin a todo.

No faltará espacio para la magia. Si bien las danzas están marcadas para algunos de los lugares, otros sólo tienen «referencias» para los bailarines. Será el momento de improvisar y de dejarse guiar por el momento. «Jugamos con ropa, nos vestimos, nos desvestimos, probamos sombreros... Queremos ponernos en la piel de la señora Pepa», afirma Borràs. Es el carpe diem en su expresión más pura. Vivir el momento, sin tenerlo todo cuadriculado, y que sea la inspiración quien te acabe dirigiendo.

Memorias y momentos

Entonces, Exhale Casa Navàs ¿será un espectáculo trágico? ¿Paradisiaco? Todo y nada. «La danza no hace falta ser entendida. Sólo hay que sentirla. Espero que el público, en vez de pensar que la historia va de frutas, de ropa o de tristeza, se deje llevar», prosigue Borràs. Al final, la belleza y el legado de la obra de Domènech y Montaner son la fuente de inspiración de los artistas. El espectáculo habla del paso del tiempo, de las conexiones, «de memorias y momentos vividos, porla casa, por Anna y por mí,» subraya Navarro. L'Exhale tprimerizo usa el yesopara trazar el camino de la vida. Una línea que quiere hacer creer que es inmutable. La recta se acaba torciendo y los caminos del destino son infinitos. En esta ocasión, el lápiz blanco es sustituido por telas, en honor a los comerciantes textiles que habitaron la obra modernista. La tienda, de hecho, será escenario privilegiado del último instante del show, la escenificación completa deExhale tal como fue concebido.

Exhale Casa Navàs nació a finales de2022. Borràs y Navarro aprovecharon una de las escasas ocasiones en que están juntos para recorrer las calles de Reus y él quedó boquiabierto porla fachada de la guapa del Mercadal. Borràs se puso en contacto con la directora de Casa Navàs, Sílvia Sagalà, y le propuso hacer algún proyecto conjunto. La programación del Año Domènech i Montaner fue la excusa perfecta para ponerse manos a la obra. Navarro no había tenido ocasión de pisar la casa antes y quedó fascinado por la luz, los colores y la arquitectura. Borràs la había visitado más de una, de dos y de tres veces, como una turista más. «La primera vezya fue una dosis de adrenalina. Me imaginaba bailando y haciendo muchas cosas», asegura.

La historia de los componentes de Indra Dance Company está llena de sentimientos, emociones y magia. Formándose en el Instituto del Teatro, los profesores siempre los juntaban, detectando una química inigualable. La compañía surgió en2010, pero el destino los llevó a recorrer mundo, por separado. En el momento de unirse, demuestran que la chispa nunca se ha apagado. «No es estable los 365 días, pero siempre hemos encontrado el momento para hacer alguna cosa juntos», concluye Navarro.