Sociedad
Cada vez personas más jóvenes con TEA, el perfil de los usuarios de la Fundación Pere Mata
La entidad empieza a trabajar en la jubilación de parte de la plantilla garantizando un envejecimiento digno
La Fundación Pere Mata ha detectado un cambio en el perfil de los usuarios que atienden en el centro especial de trabajo de Reus. El 19% de las personas atendidas tienen diagnósticos del Trastorno del Espectro Autista, y mayoritariamente llegan al centro hombres que tienen una media de entre 25 y 30 años. Eso se debe al hecho de que son diagnosticados cuando son jóvenes y ya les derivan directamente a los servicios de la fundación que se ha adaptado a los nuevos usuarios. Antes, el perfil era el de un hombre de entre 35 y 40 años.
Por otra parte, la Fundación Pere Mata ha empezado a trabajar con parte de la plantilla del centro especial de trabajo su jubilación con el fin de garantizar un envejecimiento digno. La empresa ha impulsado un proyecto piloto para complementar económicamente la pensión.
El 2018 un 8% de los usuarios de la Fundación Pere Mata estaban diagnosticados con TEA, una cifra, por lo tanto, que ha aumentado once puntos. Además, años antes la mayoría de los usuarios sufrían esquizofrenia, mientras que ahora están diagnosticados con TEA y llegan más pronto en el centro. «Cuando presentan dificultades para insertarse en el mercado laboral, ya los derivan a nuestros servicios», ha indicado la coordinadora de inserción laboral de la Fundación Pere Mata, Consuelo Franch.
Mayoritariamente, desde Pere Mata acompañan a hombres, un 70% del total, y desde la fundación trabajan para que las mujeres también se acerquen al centro, según ha asegurado la psicóloga del espacio, Rocío Martín. Además, la fundación ha adquirido una nueva máquina que automatiza procesos de montaje industrial y que ha permitido contratar catorce personas con trastorno mental severo.
Jubilación de la plantilla
El centro especial de trabajo de la Fundación Pere Mata tiene una plantilla envejecida, gran parte de los trabajadores ya han superado los 50 años. Por eso, la entidad ha empezado a abordar la jubilación con un programa piloto financiado por el Departament d'Empresa i Treball de la Generalitat, puesto que los empleados están llegando a la edad de jubilarse y se encuentran con una problemática: todavía no tienen suficientes años cotizados. «Es un proceso complejo», ha manifestado Martín. De este modo, reciben una parte de la pensión y la otra continúan trabajando.
El 2023 han formado parte del proyecto ocho personas, y calculan que los próximos años se jubilarán cinco personas por año como mínimo. Ligado a este proceso, la psicóloga ha destacado que los usuarios tienen que buscar «nuevas rutinas» para ocupar los momentos de ocio. «Se tienen que preguntar qué quieren hacer ahora que tienen un tercio de la vida sin cubrir», ha dicho Martín. Desde el centro también trabajan este nuevo paradigma con los usuarios.