Vecinal
El «pequeño pueblo» de Pelai se reúne para celebrar las fiestas de barrio
Los reusenses se vuelcan con las actividades
Entre 200 y 300 personas se han congregado este fin de semana en las fiestas del barrio Pelai. «Como somos vecinos de toda la vida y nos conocemos, el ambiente es muy bonito», relata el presidente de la asociación de vecinos (AV), Diego Ferrer.
En este lugar de Reus, existe el sentimiento de formar parte de «un pequeño pueblo» y las viviendas pasan de generación en generación. En esta ocasión, las celebraciones han tenido que ser «un poquito más pequeñas», relata Ferrer. No pudo haber la noche del rock, ni una sardinada. Hemos empezado con el proyecto de tener un local social de la AV, que ya lo tenemos, y ahora lo acabamos de arreglar. Tenemos que destinar parte de nuestros recursos a su reforma», explica el portavoz vecinal.
Hace seis meses que empezaron las obras y, el viernes, en la inauguración de las fiestas, los residentes pudieron abrir, por primera vez, las puertas de la sede. «Es una historia que se remonta a hace 15 años», expresa Ferrer. Considera que un local social es «el punto neurálgico» de una asociación, un espacio que permite para hacer reuniones, talleres o, simplemente, que sirve de almacén. «Como es un barrio pequeño, normalmente las casas pasan de padres a hijos, no hay locales ni bajos», relata.
No fue hasta que la junta llegó a un acuerdo con el Arzobispado de Tarragona que encontró su nueva casa: un espacio anexo a la Iglesia de la Assumpción. Faltará completar la reforma, pero se espera que sea despacho, almacén, sala de reuniones y espacio polivalente para hacer actividades de todo tipo. No hubo sardinada y noche del rock, pero sí dos partidos de fútbol sala contra los vecinos de Sol i Vista, juegos para los pequeños y una cena de convivencia, «que es donde más responde todo el mundo». «La cuestión es haberle dado continuidad un año más a las fiestas y esperar que en 2024 podamos dedicarle más recursos y esfuerzo», concluye Ferrer.