Medio ambiente
Aigües de Reus diversificará los recursos hídricos con la mina Fortuny
Se quiere que el agua se potabilice y se incorpore a la red de abastecimiento para garantizar su suministro en casos de sequía
En tiempo de sequía y de restricciones del consumo de agua, el Ayuntamiento de Reus trabaja para cubrir al completo las necesidades de abastecimiento de la ciudad sin depender exclusivamente del Consorcio de Aguas de Tarragona (CAT). El consistorio ha sacado a exposición pública el proyecto de recuperación del agua de la mina Fortuny, situada en el oeste, que discurre cerca del barranco dels Capellans y que cuenta con un pozo al lado del parque del Lliscament, con el objetivo de darle el tratamiento adecuado para que sea apta para su aprovisionamiento. La actuación se plantea como «un refuerzo del suministro» ante posibles situaciones de sequía o problemas de averías en la red del CAT o del pantano de Riudecanyes. Asimismo, tiene que permitir absorber los futuros crecimientos de uso.
Según los análisis efectuados por la sociedad municipal Aigües de Reus, las aguas que circulan por esta mina presentan problemas de calidad, al detectarse niveles de nitratos, turbiedad y bacterias fecales superiores a los valores determinados en el Real Decreto que establece los criterios sanitarios de la calidad de agua para consumo humano. Para poder aprovechar el agua para el abastecimiento, se tendría que efectuar un tratamiento de potabilización –en concreto, se aplicará la osmosis inversa, que permite eliminar las partículas más grandes y que permitiría el uso doméstico– para bajar o eliminar directamente los parámetros excesivos. El aprovechamiento de esta fuente permitirá incorporar a la red un volumen anual de aproximadamente 365.000 metros cúbicos. Además, una parte se aprovecharía para el riego de los parques de Lliscament y dels Capellans.
En estos momentos, la ciudad se abastece, principalmente, a través de la concesión del CAT y del pantano de Riudecanyes, si bien también cuenta con recursos propios, como las minas Monterols, Hidrofòrica y Almoster. También se estaba trabajando para poner en servicio tres nuevos pozos al lado de la autovía de Bellissens. La memoria apunta que, en los meses de verano, los municipios costeros tienen una necesidad de recursos hídricos muy elevada por la ocupación de hoteles, apartamentos y segundas residencias, a diferencia de Reus, que es entre julio y agosto cuando menos demanda de agua tiene, teniendo en cuenta que las empresas reducen su actividad por vacaciones.
El documento señala que, durante el verano, el CAT «no dispone de suficientes recursos para abastecer tanto las poblaciones costeras como las de interior», uno de los motivos por los cuales el Ayuntamiento ha planteado recuperar la mina Fortuny, ya que permitiría «liberar» recursos del CAT «a fin de que sean destinados a los núcleos que no disponen de otras posibilidades», a la vez que se garantiza que se cubren las necesidades de la capital del Baix Camp. Con este objetivo en mente, Aigües de Reus ha estado trabajando, en los últimos años, para aumentar el número de fuentes propias de kilómetro cero, entre minas y pozos, para garantizar la disponibilidad de estos recursos.
Durante las obras del parque del Lliscament, ya se construyó un depósito que forma parte del sistema de riego del espacio y que se recarga con el agua de lluvia. Con el proyecto constructivo, se harán una planta de tratamiento, que se integrará en el Parque del Lliscament, y redes de impulsión para distribuir el recurso a la red de abastecimiento y para el riego de los parques del Lliscament y dels Capellans. El plazo de ejecución de la obra es de cinco meses y el presupuesto, 603.395,88 euros (IVA incluido).