Laboral
Comité de empresa del 112 en Reus: «La pelota está en el tejado de Serveo»
Los representantes de los trabajadores apuntan que la empresa no quiere modificar aspectos económicos
Los trabajadores del teléfono de emergencias 112 en Reus están a punto de encadenar el tercer fin de semana de una huelga indefinida convocada para exigir mejoras laborales y la internalización del servicio. A estas alturas, no ha habido «ningún acercamiento» entre la plantilla y la empresa concesionaria del servicio, Serveo, según señala el secretario del comité de empresa, Germán Kupfer, que añade que «la pelota está su tejado».
De hecho, comenta que, en el acto de mediación celebrado antes del inicio del parón, la compañía «se encerró en banda a modificar cualquier tema que fuera de carácter económico». Eso no sólo iría dirigido al salario base, sino también a los pluses. Precisamente, una de las reivindicaciones es incrementar la bonificación que se percibe por los conceptos de nocturnidad e idiomas.
«Si se cerraron en banda, hasta que no cambien de opinión, poco tenemos que hablar», lamenta Kupfer. Además, comenta, que, aparte de subir los bonus, una de las propuestas que se hicieron para encontrar a más gente que hable inglés, francés o alemán es ofrecer cursos de idiomas o financiar las clases de quien quiera aprender uno nuevo. «Se ha propuesto más de una vez fuera de la huelga y no lo quieren hacer», subraya.
Los trabajadores del 112 ya convocaron una huelga en el 2021, que se alargó durante siete meses y que concluyó con un acuerdo con Serveo para, entre otras medidas, aumentar los salarios en un 3%, un ascenso que habría quedado insuficiente por el incremento del coste de vida de los últimos años. Por otra parte, el concesionario ya argumentó, tal como recogió ACN, que ha subido la retribución de los trabajadores un 26% por encima del convenio del sector.
La empresa aseguró, con el inicio, de la huelga que tenía constancia que la movilización había quedado «reducida» al sindicato CGT y únicamente al centro de Reus, de manera que entendía que el resto de representantes de los trabajadores ya aceptarían que ha habido «mejoras laborales» y que el motivo de la protesta es una causa que hay que tratar con la administración (la internalización del servicio por parte de la Generalitat).
En este sentido, Kupfer asegura que, del 15% de la plantilla que puede adherirse a la huelga –se garantizan unos servicios mínimos del 85%–, el seguimiento es de un 80%. Sin embargo, denuncia que ha habido «irregularidades» en el sorteo de los servicios mínimos, ya que se ha contado con personas «que de por sí no trabajaban» y, por lo tanto, «gente que quizás quería hacer huelga no podrá hacer».