Sociedad
Las solicitudes de becas comedor aumentan un 22,5% en Reus desde el 2020
Las entidades que acompañan a niños vulnerables constatan que cada vez hay más personas que necesitan su apoyo
Año tras año, el número de solicitudes para acceder a las subvenciones para la asistencia a los comedores escolares ha ido en aumento. Para el curso 2023-24, el Ayuntamiento de Reus está gestionando 4.820 peticiones, a falta de resolver la convocatoria. Esta cifra representa una subida de un 6,1% respecto del 2022 (4.543) y de un 22,49% en comparación con el 2020 (3.935). De hecho, en la última década, la estadística ha ido creciendo de manera ininterrumpida, con la excepción del paso del curso 2015-16 al 2016-17. El incremento ha sido de un 91,27% desde el 2014 (2.520) hasta la actualidad.
Fuentes municipales apuntan que el aumento, probablemente, es consecuencia de un «conjunto de factores», como el incremento progresivo del baremo económico, si bien no se han estudiado las causas concretas. Con todo, las entidades que acompañan a niños y a adolescentes en situación de vulnerabilidad constatan que cada vez son más las personas que piden su ayuda.
Felip Vidiella, miembro del Patronato de la Fundación Mosén Frederic Bara y Cortiella, comenta que las solicitudes para recibir asesoramiento «sólo hacen que aumentar» y las limitaciones legales y educativas no les permiten trabajar con más de unos 120 jóvenes. Tampoco se va encogiendo la lista de espera. «Somos un termómetro de cómo se encuentra la sociedad y, aunque hay mucha gente a quien le va bien la vida y tiene trabajo, hay mucha que es al contrario», asevera.
En la Fundación Pere Tarrés han detectado que ha habido un «punto de inflexión» con la pandemia y los acontecimientos que se han sucedido, como la guerra de Ucrania o el encarecimiento de la cesta de la compra. «Eso ha cronificado la situación de pobreza de muchas familias», lamenta. La entidad ejemplariza «el aumento de las necesidades» con las becas que ha concedido para beneficiarse de la campaña Cap infant sense colònies: el verano del 2022 otorgó 5.669 –en Cataluña y las Islas Baleares– y, este año, a falta de cerrar el registro, prevé superar las 6.000 ayudas. Desde el 2018, la cifra ha incrementado en más de un 40%. La situación se repite con los centros socioeducativos, en los que se atienden los niños en situación de vulnerabilidad después de la escuela. En el 2020, trabajaban con poco más de 5.000 jóvenes. En el 2022, eran casi 6.000 «y muchos centros tienen lista de espera».
Ambas entidades coinciden en afirmar que las personas que buscan su ayuda son cada vez más heterogéneas y provienen de contextos muy diferentes. «También colaboramos con el Banco de los Alimentos y cada vez viene más gente; gente que no había ido nunca a pedir», observa el representante de la Fundación Bara. Desde la Fundación Pere Tarrés se ha constatado que, antes, las personas que pedían ayudas provenían de contextos que se veía «más claramente» que eran vulnerables, como familias migradas con dificultades económicas. «Esta franja cada vez es más amplia y afecta a personas que antes no hubieran pedido estas ayudas», concluye.
Resoluciones favorables
En cada uno de los últimos diez cursos, el Ayuntamiento de Reus ha concedido más de un 69% de las solicitudes recibidas, porcentaje que se ha disparado desde el curso 2019-2020. Desde entonces, un 80,61% se han resuelto favorablemente. Para este año, el consistorio asegura que «se resolverán todas antes de que empiece el curso escolar y se informará a todo el mundo implicado».