Comercio
Las tiendas salen a la calle para intentar enderezar un verano «flojo» en Reus
Los comerciantes confían en la atracción de la longeva campaña para poder liquidar stocks y dejar espacio para la nueva colección
Trajes, bolsas, zapatos, complementos y expositores llenan, desde ayer y hasta el sábado, las principales arterias del núcleo histórico de la ciudad. Los comerciantes han depositado muchas esperanzas en la edición número 46 de la campaña Les botigues al carrer, organizada por el Tomb de Reus con el apoyo de la Agència Reus Promoció, con los objetivos de intentar liquidar stocks, dejar espacio para la nueva colección y remontar después de un verano «flojito».
El gerente de la tienda Calella, Ramon Folch, señala desde la calle de Monterols que, si bien la temporada empezó «medianamente bien», la tendencia no se ha mantenido uniforme y la valoración final es que, sin ser un desastre, «no ha sido uno de los mejores veranos». «Comparado con antes de la pandemia, ha sido un poco más flojito», afirma. La sensación se repite en Bambalina, en la calle de Llovera, donde la dependienta Silvia Martínez califica la estación más calurosa del año de «muy floja». Otro establecimiento, situado en la calle de Jesús, utiliza las palabras «más tranquilos» para explicar cómo han ido los meses de julio y agosto en comparación con años anteriores.
Los tenderos apuntan a diferentes posibles motivos a la hora de intentar entender por qué los descuentos estivales –Les botigues al carrer se encabalgan con las rebajas– han perdido el atractivo del pasado, pero hay dos que destacan por encima del resto: el calor y la inflación. Martínez lamenta que «como todo ha subido de precio y está muy caro, la gente no compra, y es normal». En la misma dirección apunta Folch, que declara que es probable que parte de la población tenga «otras prioridades, como viajar más o ir a restaurantes». Asimismo, añade que «cuando hace tanto calor, tampoco te apetece salir a la calle e ir de compras».
Con todo, los comerciantes son optimistas al predecir cómo irán estas Botigues al carrer. Folch subraya que las expectativas son buenas porque la campaña «ya hace unos años que se hace, la gente la conoce y la espera». Además, añade que, al llegar al final de la temporada, «siempre intentamos ajustar los precios al máximo». «Va bien para la clientela, porque encuentra buenas ofertas, y para nosotros, porque vaciamos estanterías de cara a poder comprar nuevo género para la próxima temporada», concluye. Martínez ruega para que la lluvia no llegue a mojar las calles y recuerda que el año pasado «nos fue bien» y «pudimos sacar toda la ropa que teníamos», aunque ayer detectó que no había «tanto ambiente» como en otras ediciones.
La vuelta de Simorra
Especial es el caso de la firma Simorra. Hace justo una semana que abrió una nueva tienda en la calle de Llovera, marcando su vuelta a la ciudad después de unos años, y, por ahora, la bienvenida está siendo «superpositiva», tal como asegura laarea manager de Simorra, Paz Barbeta. Con estos cuatro días saliendo directamente a pie de calle, espera que los reusenses nos acaben de conocer.