El proceso participativo del CC Garbí de Reus se convocará cuando el Gregal abra puertas

El Centro Cívico Garbí siempre ha ido vinculado con su homólogo Gregal y, de nuevo, parece que su futuro dependerá del equipamiento que se está construyendo en el barrio Niloga. El Ayuntamiento de Reus tiene previsto convocar un proceso participativo en el presente mandato para definir cómo tiene que ser el futuro Centro Cívico Garbí, que se tendría que ubicar en el barrio Mare Molas, pero, por ahora, todavía no se ha fijado ninguna fecha.

Fuentes municipales apuntan que, para llevarlo a cabo, «se considera conveniente esperar en la puesta en funcionamiento del Centro Cívico Gregal», con el fin de poder cerrar la fase de evaluación del proceso participativo que permitió diseñar este futuro punto de referencia para el norte. Las fuentes subrayan que este procedimiento colaborativo fue «la primera vez» que se pidió la participación directa de la ciudadanía «para definir un equipamiento municipal de estas características». Teniendo en cuenta que las obras de construcción del Centro Cívico Gregal se iniciaron el pasado febrero y que el contrato estipula un plazo de ejecución máximo de catorce meses, todo apunta que el Centro Cívico Garbí tendrá que esperar en el 2024 para empezar a perfilarse.

Los dos centros cívicos dieron los primeros pasos juntos, con la licitación de la redacción de los proyectos básicos para ambos equipamientos en enero del 2020. A pesar de todo, el concurso público se tuvo que suspender. Fue entonces que se optó por priorizar la centralidad del barrio Niloga. Según se informó en su momento, la intención era poner en marcha la redacción del proyecto del Garbí una vez se iniciaran las obras del Gregal, pero, finalmente, no se incluyó ninguna dotación para el Garbí en el plan de inversiones para el 2023.

Tal como se anunció en el 2020, el Centro Cívico Garbí tendría que ser un espacio de nueva planta proyectado dentro del actual parque del Doctor Claudi Tricaz Arnillas, en el barrio Mare Molas, situado en el perímetro comprendido entre las calles de Ricard Artiga i Esplugas, de Padre Manyanet y de Sor Lluïsa Estivill, y se prevé que dé servicio a unos 12.000 habitantes. La zona de influencia de la nueva centralidad del suroeste de Reus abarcaría los barrios Mare Molas, Mas Vilanova, Monestir y la Sardana.

El Ayuntamiento apunta que el proceso participativo permitirá definir los usos que tendrá el futuro equipamiento, conocer las necesidades de la ciudadanía y perfilar como tiene que ser el centro cívico. Con todo, en caso de seguir el pliegue de prescripciones técnicas de la licitación del 2020, se prevé que se sitúe en la parte más próxima al barrio de la Sardana y, a la hora de proyectarlo, habrá que tener en cuenta su relación con la zona verde que actualmente domina en el parque. Asimismo, se espera que disponga de vestíbulo, despacho de dirección, despachos de servicios municipales, casal de las personas mayores, oficinas para entidades, sala de reuniones, almacenes, aulas-taller, espacios para hacer actividades físicas, cafetería y una sala polivalente, entre otros servicios.

El Gregal va avanzando

Por su parte, las obras de construcción del Centro Cívico Gregal avanzan siguiendo el calendario previsto. El Ayuntamiento señaló, al principio de agosto, que los trabajos de reforma de la antigua nave almacén de vinos del Palau Boule superaban el 12% de ejecución. Aparte de la rehabilitación de la edificación, el proyecto incluye la remodelación urbanística en torno a la calle de Castellvell.