Montar a caballo para estimular mente y cuerpo

Montar a caballo acostumbra a recrear recuerdos vinculados con la aceleración, la agilidad y el poder: justas medievales, persecuciones en el Far West, liderazgos militares... Jacques-Louis David pintó a Napoleón sobre un équido atravesando los Alpes; Velázquez inmortalizó a Felipe III dominando a uno y haciendo que se sostuviera levantando las patas delanteras. Con todo, atrás quedó el tiempo en el que los animales eran símbolo exclusivo de la realeza y los estratos más altos de la sociedad.

El Centro de Educación Especial (CEE) Alba, de la Diputación Tarragona, utiliza la hipoterapia desde el curso 2006-07 y, recientemente, se ha asegurado que la actividad continúe dos años más, con la adjudicación del contrato correspondiente, por un importe máximo de 15.730 euros –representan unos 22 euros por alumno y sesión. «Los resultados, hasta ahora, son muy exitosos y la valoración es muy positiva», expresa el diputado delegado de Centros Educativos de Educación Especial, Joan Sans.

Sans relata que la terapia asistida con caballos no se basa exclusivamente en cabalgar. Sólo unos 20 minutos de las sesiones, que superan la hora de duración, se destinan a la monta, a través de la cual se efectúan ejercicios neuromusculares. «Dedican el resto del tiempo a trabajar otras actividades complementarias, como mantener la higiene de los caballos», destaca. El taller incluye tareas como la limpieza de las cuadras o la entrega de un regalo al animal en forma de comida. Sans subraya que estas son las iniciativas que ayudan a potenciar la autoestima de los alumnos, ya que les permite sentirse «útiles».

El diputado delegado señala que, como actividad terapéutica, el contacto con los caballos proporciona una estimulación «física, cognitiva, emocional y social», de forma que acaba influyendo positivamente en su relación con el entorno y con la calidad de vida, tanto de los jóvenes como de las familias. Su uso con finalidades educativas se basa «en teorías actuales sobre el desarrollo y el control motriz, y sobre principios sólidos de tratamiento neurofisiológico».

El alumnado participante de esta actividad es «muy diverso» –pueden formar parte, por ejemplo, personas con discapacidades motrices o discapacidades intelectuales– y acaba siendo el CEE Alba el que acaba determinando los objetivos a trabajar por cada niño y adolescente y valorando si la hipoterapia le puede beneficiar. «El centro la utiliza para tratar necesidades psicomotrices especiales, para trabajar la regulación de conductas o en cursos de ámbito prelaboral o de transición a la vida adulta», cita Sans. Para el correcto desarrollo del taller, intervienen múltiples profesionales, como fisioterapeutas, maestros, educadores, psicomotricistas y técnicos en hipoterapia.

«El CEE Alba de la Diputación en Reus es un referente en el territorio, en el Baix Camp y en el Priorat, que busca ofrecer un servicio excelente y de calidad educativa al alumnado y a las familias. La terapia asistida con caballos es una de las actividades complementarias que realiza el centro en su vocación por ofrecer una atención especializada e interdisciplinaria», concluye Sans.