Misericordia
Pere y la Lloba enseñan a no decir mentiras en su presentación
El nuevo elemento festivo de la ciudad bailó por primera vez en público ayer en la plaza del Mercadal
«¡Que viene el lobo!», gritaba Pere, un joven pastor. Los aldeanos de un pequeño pueblo no dudaron a ir a socorrerlo, pero no se encontraron nada más que a Pere riendo. «¡Que viene el lobo!», repitió Pere otro día. Los habitantes corrieron a ayudarlo, pero, de nuevo, la amenaza no fue real. Una, dos, muchas, demasiadas veces repitió la broma el pastor. Un día, de tanto gritar al mal tiempo, la tormenta llegó. Un lobo se presentó al lugar donde pacía su manada.
Esta vez, nadie le hizo caso y el animal se llevó, como botín, una oveja. Esta es la historia que explican Pere y la Lloba, el nuevo elemento festivo de la ciudad que ayer se presentó en sociedad en un acto multitudinario en la plaza del Mercadal. Con el Carrasclet como padrino, es una creación de la Colla Pessigolla, como excusa para continuar activa durante todo el año, más allá de Carnaval. Formado por un cabezudo, Pere; una loba, cargada por dos personas, y cuatro ovejas –una de ellas, negra– con estructura de carretilla, la figura quiere ir más allá de la fiesta y el jolgorio. Quiere transmitir una moralidad: «Que los niños y las niñas no digan mentiras». «Nadie cree a un mentiroso, ni cuando dice la verdad», apuntaron los miembros de la entidad.
La expectación para ver el debut del nuevo elemento era máxima y ni siquiera el mal tiempo aguó la fiesta; antes al contrario, la refrescó. Cuando todo estaba a punto de empezar, la lluvia hizo acto de presencia y forzó al Carrasclet a correr para refugiarse. Con un solo al rojo vivo oteando desde el horizonte, las gotas fueron bienvenidas para remojar nucas y tiestos. Acordada la tregua con las nubes, pastor, depredador y manada salieron a escena.
La presentación de Pere y la Lloba se produjo 24 horas después de que los reusenses conocieran al Superadrac, el Drac de la superació, una iniciativa de la Associació Supera't que permite a personas con capacidades diversas ser incluidas en la Fiesta Mayor. La bondadosa bestia está preparada para ser bailada con silla de ruedas y se mueve al ritmo de música no estridente.
Además, el domingo estuvo lleno de actos para todos los públicos. En la plaza del Santuari, tuvo lugar el 57.º Aplec Baix Camp y por la tarde, fue el turno que los pequeños de la casa se pusieran en la piel de sus figuras preferidas. Gegants, Nanos, Mulasses, Àligas, Dracs, Lleons, Cabres y muchos más fueron representados en el pasacalle del Fan del Séquito.