Diari Més

Fiesta Mayor

Misericordia estrena un tramo tranquilo durante la bajada del Seguici Festivo

La ciudadanía valora positivamente la iniciativa, pero cree que hay margen de mejora y que se tendrían que delimitar más claramente los espacios en un futuro

Los elementos de fuego esperaron a llegar a la Escola Teresa Miquel para encender las mechas.

Misericordia estrena un tramo tranquilo durante la bajada del Seguici FestivoGerard Martí

Publicado por

Creado:

Actualizado:

Dando continuidad al precedente de Sant Pere, la Fiesta Mayor de Misericordia ha contado, por primera vez, con tramos tranquilos. Son unos espacios sin fuego y con la música a un volumen reducido, destinados a las personas con altas sensibilidades auditivas y visuales, con el objetivo que todo el mundo pueda disfrutar plenamente de las celebraciones. La calle del Hospital fue un tramo tranquilo durante el Seguici Pequeño y, ayer, con la bajada del Seguici Festivo, lo fue el inicio del paseo de Misericordia, desde la plaza de la Pastoreta hasta la calle de Rigoberta Menchú. Los ciudadanos valoran positivamente la iniciativa, pero apuntan que hay margen de mejora.

Mònica Bellido, presidenta de la Asociación Supérate, que trabaja con personas con trastornos del espectro autista (TEA), comenta que el resultado es «positivo», que está «muy bien iniciar y concienciar» y que «todo lo que sea mejorar hacia la inclusividad es un diez». A pesar de reconocer que el paseo de Misericordia está «en sí complicado para hacer un tramo tranquilo», piensa que «hay que hacer unos buenos arreglos» y «mejorarlo de cara al próximo año». En concreto, señala que «se tiene que marcar mejor el tramo», opinión compartida por Carme.

Acompañada por su hijo, cree que permitir hacer ruido a partir de la Escuela a Teresa Miquel era «demasiado precipitado» porque los petardos y los trabucazos todavía estaban «muy cerca» y se oíanfuertes, cosa que provocaba espantos a los ciudadanos que no esperaban un contraste de sonidos tan repentino. Particularmente, piensa que tendría que haber un trozo de paseo, a continuación del tramo tranquilo, en el que la música pudiera ir in crescendo « para evitar un choque tan grande». Superado este segmento, ya se podrían encender todas las mechas. También critica que la parte inicial del recorrido se llenó enseguida y que niños con TEA tuvieron que buscar otro espacio desde donde disfrutar de ña cercavila.

Algunas familias optaron porretrasar su posición y ver al Seguici de lejos o utilizar algunas de las vías paralelas, como los jardines del Mas Vilanova o el parque entre la calle de los Gigantes y la avenida de los Castellers, pararefugiarse temporalmente hasta que pasaran las bestias de fuego y el Baile de Pere Joan Barceló. Es el ejemplo de Marco, padre de una niña. Explica que, en su caso, esperarían que pasara el León –el quinto elemento, detrás de Ball de Pere Joan Barceló, Víbria, Drac y Basilisc- para acercarse a la primera línea. Él mismo se tenía que poner los dedos en las orejas porque los ruidos de los trabucos lo estaban dejando «aturdido» a pesar de haber una fila de casas entre su posición y el paseo.

El Baile de Pere Joan Barceló, la Víbria y el Dragón, encargados de encabezar la cercavila, iniciaron la bajada de forma anómala, sin trabucazos ni chispas. Llegados a la calle de Rigoberta Menchú, los decibelios empezaron a subir. El Dragón esperó un poco más y no encendió la mecha hasta que no había superado media Escuela a Teresa Miquel i Pàmies.

tracking