La JCI Reus arreglará una escuela para 700 alumnos en Kafuta (Gambia)

La Jove Cambra Internacional (JCI) Reus ha arrancado un proyecto para impulsar el talento de Gambia. La idea original era crear una escuela desde cero, «pero estando allí nos dimos cuenta de que ya hay muchas», explica el director del programa, Jordi Cervera. «¿Por qué no centramos los esfuerzos en mejorar las que ya hay construidas?», añade. La escuela del pueblo de Kafuta, que educa a unos 700 alumnos, ha sido la elegida.

Habiendo constatado en experiencias previas, como los campos de refugiados de Lesbos, que muchos migrantes no quieren marcharse de casa y que se van porque no tienen un futuro, la entidad se planteó preparar una iniciativa que tenga un impacto y que pueda arraigar entre los nativos. El acceso a la educación fue señalado como el elemento esencial a reforzar y Gambia reunía los dos requisitos preestablecidos: que fuera un país seguro y pobre. Cervera y la presidenta de la JCI Reus, Mariona Llonch, no pisaron Kafuta hasta el último día de su estancia en África, pero no dudaron en qué centrarían los esfuerzos.

Cervera detalla que el centro es «un lugar muy grande, con mucho espacio, pero con todo muy dejado:» los lavabos no tienen puerta, las mesas de las aulas no se ajustan al número de estudiantes... Además, cuenta con una cocina falta de equipamiento que se utiliza como almacén. Ante este escenario, el proyecto se estructura en tres fases: la deportiva, la educativa y la nutritiva.

La primera, valorada en unos 15.000 euros, consistirá en arreglar el patio, cambiar la pista de baloncesto, instalar dos canastas nuevas, dividir el campo de fútbol en dos terrenos de fútbol 7 «para que puedan jugar más niños», llevar material deportivo, colocar bancos y mesas y hacer una plantación de árboles para generar sombra. Se implementará entre noviembre y diciembre de este año y, en estos momentos, la JCI Reus está recaudando capital.

La segunda fase consistirá en la construcción de dos aulas –la escuela quiere ampliar la oferta educativa– y aportar material y mobiliario escolar. Se ejecutará entre febrero y marzo del 2024, con un coste de 25.000 euros. La tercera, la nutritiva, presupuestada en 15.000 euros, responde, de hecho, a «la primera necesidad que queremos satisfacer, que es que los niños puedan comer». Cervera apunta que, en Gambia, muchas familias sólo tienen recursos para preparar una comida al día. Con el proyecto, se quiere reformar y equipar la cocina para que «los chicos puedan tener una comida que se les dé desde la escuela», subraya. Además, en este centro, ya se imparte un curso de formación técnica en cocina.

Con la intención de dejarlo todo terminado de cara el próximo junio, el Talento en Gambia no se detendría aquí, sino que se quieren organizar grupos de voluntarios para ir a trabajar a la escuela durante el verano. En el país africano, los niños tienen la opción de recibir lecciones durante el periodo de vacaciones, pero, a diferencia del curso académico, las tienen que pagar. La iniciativa nacida en Reus les permitiría «que en ningún momento se queden sin actividad» y de forma gratuita.

Asimismo, se quieren entregar bicicletas a los estudiantes que viven más lejos de la escuela, dado que pueden requerir 3 horas a pie para llegar de casa al aula. Cervera remarca que «todas aquellas personas que quieran introducirse en el proyecto serán bienvenidas», sin límites de edad. «Queremos que sea un proyecto participativo de la ciudad de Reus y que se pueda hacer extensivo en toda Cataluña», concluye.