Jofré traslada la tienda de hombres de Reus porque el edificio era «un peligro»

El puente del Pilar ha traído una sorpresa a los transeúntes que han paseado por la calle de Llovera: la histórica tienda Jofré dedicada a los hombres ya no se encuentra en su emplazamiento habitual, en el inmueble donde una placa recuerda que nació el pintor Josep Tapiró, sino justo delante, en el número 15, entre el Palau Bofarull y la tienda de cosmética Druni.

El copropietario de la cadena, Joaquim Jofré, explica que el edificio donde estaban «está que se cae y era un peligro». En el pasado, los Bomberos ya tuvieron que actuar por el desprendimiento de parte de una marquesina. Un informe municipal de agosto determinó que el inmueble no reúne «las condiciones de seguridad y habitabilidad suficientes para que los ocupantes permanezcan». Con todo, Jofré subraya que el cliente no se daba cuenta del mal estado al entrar en la tienda, más allá de alguna gotera, por las tareas de mantenimiento que se hacían.

A pesar de haber sido su casa durante unos 60 años, tal como recuerda Joaquim Jofré, empresa y propiedad pactaron una fecha para desalojar los bajos. «Aprovechamos el día festivo para hacer el cambio y, como no hay escaparate, durante todos estos meses, no se han visto las obras», detalla Jofré. El edificio que los acogía será sometido a una rehabilitación integral, pero la cadena del sector de la moda no tiene intención de volver. «Tiene mucha historia, pero tenemos que modernizarnos», comenta el copropietario.

Una de las principales novedades es la voluntad de acercarse a un público joven que sentía «pavor» por el aspecto «imponente» de la antigua tienda y no se sentía apelado a entrar. «Los amigos de mis hijos no entraban allí», expresa Jofré. De hecho, en el nuevo local, el ciudadano sólo tiene que completar unos pocos pasos para encontrar unas vitrinas con zapatillas deportivas y género destinado a un público adolescente. Adicionalmente, se ha habilitado un pequeño espacio para que los clientes puedan tomar un refrigerio o un café durante su visita.

La tienda se divide en tres plantas. La primera planta acoge el almacén y las oficinas; la planta baja, el comercio propiamente y la terracita; y la planta subterránea, los lavabos y parte de almacén, si bien, en un futuro, se podría plantear establecer una sastrería. Jofré asegura que, en la actualidad, tienen «un poco más de espacio», aunque desde fuera no lo parece. Por otra parte, a pesar de las intervenciones, asegura que se ha intentado mantener al máximo «las paredes originales del Palau Bofarull». Pone como ejemplo que el letrero con el nombre de la marca está situado «hacia dentro», en el umbral de la puerta de acceso, sin ocupar directamente la fachada. «Me parece que, ahora, es una tienda que hace que entres más fácilmente», concluye.