El teatro gestual y el movimiento cautivan Reus con el Festival CUERPO

El Hotel Flamingo hace años que vivió su época dorada. Hoy día, las escaleras no tienen barandilla, el ascensor está averiado, el restaurante está cerrado después de una intoxicación, el jacuzzi no tiene agua y la luz va y viene. Es un espacio perfecto para desconectar: el wifi no funciona. Un recepcionista y dos botones esperan tras el mostrador que algún cliente, uno solo, llegue para alojarse durante una noche. Esta es la premisa del homenaje que Clownic dedicó ayer a unos referentes del teatro gestual como son Tricicle. El TeatreFortuny estaba hasta arriba, con casi todas las sillas ocupadas hasta el tercer piso, para disfrutar de un show que prometía reír cada diez segundos.

«Este es más divertido que el de ayer,» comentaba una niña con su padre contemplando las desventuras deHotel Flamingo . Y es que no todo era comedia. Reus ha acogido este fin de semana el Festival Internacional de Moviment i Teatre Gestual, el COS, un referente de las artes escénicas en qué la boca, el discurso, el diálogo, no son los protagonistas. Ironía, surrealismo, humor, dolor, pérdida, poesía, intimidad, seducción, sensibilidad, locura. Muchas eran las emociones que se pudieron sentir a lo largo de los tres días, una para cada estado de ánimo. Era como si los personajes del filme Del revés se estuvieran presentando al público de Reus en los grandes escenarios de los teatros Fortuny y Bartrina, pero también en rincones como el Castell del Cambrer y la Palma, o al aire libre, en las puertas del Palau Municipal. Llegó el momento de disfrutar en su plenitud de Sota el ventre de la tortuga, espectáculo ganador, en la categoría performance , de los Premios Órbita 2022.

La hilaridad de Clownic contrastó ayer con los recuerdos escondidos de Totes les, un compendio de memorias a través de objetos personales, relatadas por Meritxell P. Galbany, y con el viaje en la búsqueda de uno mismo enIdentitario , de la Coordinadora de Escuelas de Dansa Autoritzades de Reus.