El Ayuntamiento de Reus abre 15 expedientes por vertidos ilegales en 4 años

El Ayuntamiento de Reus ha abierto quince expedientes sancionadores por vertidos ilegales de residuos en los últimos cuatro años. El 2022 fue un ejercicio especialmente intenso, dado que se tuvieron que abrir diligencias en siete ocasiones por esta cuestión, casi la mitad de las que se han puesto en marcha entre el 2020 y el 2023. Este año, hasta ahora, se han registrado tres casos.

De los quince expedientes abiertos desde el 2020, once ya se han cerrado. Aparte de la aplicación de una sanción, varios motivos pueden comportar que se acabe la investigación, como la prescripción de los hechos o que no se haya podido acreditar la auditoría de estos. El consistorio apunta que «no siempre se encuentra el responsable» y, en consecuencia, hay ocasiones en que no se puede multar el infractor. En el 2023, todavía no se ha cerrado ningún expediente. Cuándo se detecta un vertido incontrolado de residuos, se abren diligencias y se intentan encontrar indicios de quien podría ser el infractor. En caso de que los restos estén en fincas privadas, se reclama al propietario su limpieza, y, si se encuentran en la vía pública, como puede estar en el centro urbano, en los caminos o en las rieras, son retiradas por los servicios municipales.

El Ayuntamiento señala que todos los residuos que se tiran fuera de los puntos habilitados pueden comportar un peligro de contaminación de los acuíferos o por plásticos, ya que estos se pueden desplazar con el viento. También pueden obstruir puentes, rieras y barrancos o, simplemente, ensuciar la vía pública y la naturaleza, entre otros perjuicios. Por todo ello, el consistorio recuerda que los centros de reciclaje están abiertos a toda la ciudadanía y que son gratuitos. En el caso de residuos especiales, como la uralita, la ciudadanía tiene que dirigirse a los centros de reciclaje, donde se le facilitará una bolsa especial para depositarla.

Precisamente, los vecinos de la urbanización Sant Joan denunciaron en junio que el barrio se había convertido en «el centro de reciclaje de Reus». En concreto, señalaron que en dos baterías de contenedores, en la calle del Francolí y en elcruce entre Siurana y del Llobregat, era frecuente encontrar elementos como escombros, muebles, neumáticos y sacos de obra. Incluso, se detectaron elementos de uralita.