Les jardines de infancia de Reus ofrecerán más de 600 plazas públicas de cara al curso 2026-27

La Xarxa d'Escoles Bressol Municipals (EBM), en la actualidad, está formada por seis centros, con una oferta de 494 plazas. El nuevo jardín de infancia proyectado en el barrio de Mas Iglesias, que conformará una isla educativa con la Escuela Eduard Toda y el Instituto Roseta Mauri, tendrá una capacidad para 134 niños cuando entre en funcionamiento el curso académico 2026-27, en caso de que todos los trámites sigan el calendario previsto.

Con su apertura de puertas, el Ayuntamiento de Reus pondrá al alcance de la ciudadanía 628 plazas autorizadas de titularidad municipal. Si se le suman las 96 del Jardín de Infancia El Barrufet, de la Generalitat, se llegarán a 724 públicas. Asimismo, hay que tener en cuenta que, en estos momentos, hay trece jardines de infancia subvencionados o privados, con una oferta superior a las 870 plazas.

La concejala de Educación, Pilar López, comenta que se está detectando una tendencia al alza de la demanda de plazas de las EBM y, de hecho, en el periodo de preinscripciones, se han registrado 36,6% peticiones más para el curso 2023-24, en comparación con el 2021-22. «Eso no es una cuestión inmediata, no se construye un jardín de infancia de un año al otro, sino que se plantea con unos plazos largos y, con el nuevo centro, se daría respuesta a la demanda que ahora tenemos», señala.

La subida de solicitudes de matrícula contrasta con la bajada de natalidad. Con todo, la jefa de la concejalía de Educación, Núria Bruno, subraya que, como el primer ciclo de educación infantil no es una etapa obligatoria, «no dependemos tanto de la natalidad como de la necesidad laboral y, por lo tanto, de tiempo». Se calcula que en torno a un 35% de los niños están escolarizados en las edades comprendidas entre los 0 y los 3 años. La concejala López comenta que, desde que la pandemia se dejó atrás, «la gente necesita más este servicio porque trabaja, y eso es una buena noticia».

El otro factor a tener en cuenta es la gratuidad del servicio de 5 horas de I2 para los jardines de infancia públicos, una medida que se querría ampliar a los cursos de I0 y I1 si la situación presupuestaria del Departamento de Educación lo permitiera. «Las familias de niños matriculados en centros subvencionados o privados quizás se lo pensarían e irían hacia la pública», comenta la edil, que remarca que la ampliación de plazas de los hogares municipales es una manera «de buscar la equidad en la educación». «Está comprobado que acceder a la educación de los 0 a los 3 años tiene una capacidad transformadora», analiza.

Situación inversa en la privada

A pesar del aumento de la demanda en las EBM, la situación es la opuesta en los centros privados. La directora del Jardín de Infancia Els Petits Somriures, Marta Castillo, explica que, hasta hace dos cursos, «llenábamos sin dificultad y teníamos lista de espera». Con la gratuidad de I2, «muchos niños se han marchado a la pública». En la actualidad, tienen ocupadas 33 de las 41 plazas y han reducido el horario. «No podemos competir, el dinero manda», lamenta. En el caso del Jardín de Infancia Babi, su directora, Àngels Solé, explica que no han ocupado ni la mitad de las 86 plazas. «El futuro es cada vez más negro, el año pasado ya estuvimos a punto de tirar la toalla, pero cuando te gusta una cosa, la sacas adelante» expresa. «Como continuemos así, nos queda un telediario», lamenta Castillo.