Neulas, turrones, caganers y tions vuelven a la plaza Mercadal de Reus

La plaza del Mercado fue testigo, ayer, de uno de los momentos más mágicos del invierno. Aunque hace días que el magnánimo árbol preside el ágora, si bien las luces y los villancicos han conquistado las principales arterias de una semana acá; Navidad no es realmente Navidad hasta que las casitas del tradicional mercado no abren sus mostradores.

Muérdago, polvorones, turrones, neulas, golosinas, tions, caganers, elementos para colocar en el belén... Todo estaba a punto para disfrutar de las fiestas con plenitud. Un bicéfalo tió llamaba la atención de los más pequeños. Una pareja no estaba convencida con ningún tió.

«Todavía me pondré yo, con una barretina y una pipa», respondía él. Poco a poco, los ciudadanos se fueron acercando a las paradas analizando con detalle los productos y, sobre todo, preguntando precios. Habrá tiempo hasta el 21 de diciembre. Tampoco faltaron los representantes políticos, que inauguraron oficialmente el mercado llegado la noche.

Con todo, el principal atractivo seguía siendo el árbol de Navidad, iluminado, encendido, y que rivaliza con la esfera de la plaza de la Llibertat para llevarse el calificativo de instagramable; un abeto que ya hace unos días que luce una decoración especial que generó alguna risa espontánea: deseos para que se bajen los impuestos. «Tristeza ante tanta subida de impuestos», se podía leer.

Con el encendido de luces y la inauguración de los espacios más emblemáticos de la Campaña de Navidad, la siguiente casilla del calendario de adviento se abrirá el 2 de diciembre, con la inauguración del Mercado de Artesanía en la plaza de Evarist Fàbregas. La siguiente sorpresa serán los espectáculos itinerantes. Los dos primeros se vivirán los días 6 y 7 de diciembre y llevarán por título Elipsión y Wonderwool, respectivamente. Los días 22, 23, 25 y 26, volverán los Retablos Vivientes y, el 28 de diciembre, se espera la llegada de los Pajes Reales.