Negocios del casco antiguo de Reus exigen mano dura contra el incivismo

«Las calles del centro están extremadamente sucias: hay meadas, cacas, de todo», denuncia la responsable de Bellesa Maria, Sílvia Peña. La propietaria del restaurante La Giberga, Rosa Maria Martí, comparte opinión: «La limpieza se va haciendo, pero es insuficiente». Martí señala que el servicio es «insuficiente» porque «el incivismo es excesivo», sobre todo, por parte de algunos propietarios de perros, y «la suciedad es extremada». Por eso, los negocios piden mano dura contra el que ensucie la calle.

La propietaria de La Giberga apunta que el «mal mayor» lo protagonizan las micciones, los excrementos y las bolsas de la basura presentes en la vía pública. De hecho, asegura que el sábado por la noche había «un grupo de meadas» en las calles de los alrededores de su local y que, ayer por la mañana, una vecina le mostró que había encontrado «un gran excremento» al lado de la puerta de casa. Para solucionar el problema, la restauradora cree que la única solución es «que empiecen a poner sanciones». «La gente sólo se lo piensa si haces que se rasque el bolsillo», señala. Incluso, sugiere que se instalen cámaras en calles como Casals o d'en Vilar que permitan identificar a los infractores.

Un tercer establecimiento de la calle d'en Vilar apunta que la falta de contenedores fijos –los emergentes tienen un horario establecido– propicia que algunos vecinos aprovechen los cubos de los negocios para dejar sus bolsas, hecho que provoca que se llenen enseguida y que, en consecuencia, se acaben acumulando los desperdicios fuera de los espacios habilitados para depositarlas, con el consiguiente olor y los residuos que se pueden desprender.

Martí remarca que es consciente de que no puede haber todo el día un equipo de limpieza dando vueltas por las mismas calles «ni poner a 70 brigadas más», pero sí que piensa que se tendría que plantear alguna medida «más efectiva» que permita erradicar la problemática. «Si el 75% de horas del día la basura está en el suelo, alguna cosa del sistema está fallando», analiza. «Al final, es el centro el que se ve más perjudicado, y todo, a causa del incivismo», añade. Asimismo, remarca que los dueños de perros tendrían que enseñarles dónde hacer sus necesidades. «No es más limpio quien más limpia, sino quien menos ensucia», concluye.