Navidad
Les mujeres también dejan huella en el Parque de Navidad de Reus
El recinto de firaReus acoge una edición del Parque de Navidad que tiene por hilo conductor las mujeres ‘influencers’ y que presenta una nueva Zona Joven
Frida Kahlo, Isabel Besora, Montse Llussà, Mariona Escoda, Ari Sánchez, Coco Comín y Sandra Guaita daban —y darán hasta el 4 de enero— la bienvenida a los niños y niñas que habían optado por pasar, ayer, una tarde de sus vacaciones saltando, corriendo, aprendiendo y divirtiéndose entre inflables, pelotas y gafas de realidad virtual en el Parque de Navidad. En el exterior, emulaban ser Leila Lombardi o María de Villota pilotando a Karts; Marina Cantenys o Laia Palau atrapando rebotes y encestando. Dentro del renovado recinto, y superada la óptica barrera de los espejos distorsionadores escondidos tras la entrada, soñaban ser Mercè Bessó, Neus Segrià o Temple Grandin —una de las primeras a hablar del trastorno del espectro autista en primera persona, historia explicada por la Asociación Supérate con efectivos pictogramas. También podían anhelar ser como Tillie Anderson con las diversas Ganxetes aparcadas. El Parque de Navidad tenía un objetivo en mente: dejar clara la huella que han dejado las mujeres en la historia de Reus y de la humanidad.
Más de una sesentena de actividades para todos los gustos adornaban cada rincón de las instalaciones del Tecnoparc. Revivir la tronada con realidad virtual, poner a prueba las habilidades con el futbolín, construir con piezas de Lego, ponerse en la piel de un jugador de fútbol americano, ser el enxaneta de un pilar, participar en una gincana o evitar ser barrido por la megabarredora eran algunos de los retos que podían enfrentar. Uno de los que más ojos captaba era el giroscopio, que, escondido en una esfera, permitía ver el mundo al revés. ¿«Eso queréis? ¿No es muy alto»?, cuestionaba un padre a sus dos hijas, que querían desafiar la gravedad.
Con todo, la gran protagonista era la Zona Joven, la principal novedad de la presente edición del Parque de Navidad, un espacio pensado para los adolescentes, con ideas que van desde un escape room y un photo booth de 360 grados a juegos de rol y talleres de cocina, pasando por un espacio efímero que varía cada día. «Reus es perfecto si eres joven. No cambiaría nada», se lee sólo acceder. En consecuencia, la ludoteca se ha trasladado al primer piso. Los más pequeños no han notado la diferencia: se lo pasan bien igualmente y, este año, a su ritmo, alejados de la multitud.