El Centro Católico de Reus será un referente de artes escénicas «más allá de la exhibición»

La cuenta atrás para que el Centro Católico vuelva a abrir puertas ha empezado. El Ayuntamiento de Reus ha confirmado que la rehabilitación del inmueble permitirá disponer de un equipamiento cultural, referente de las artes escénicas, «que nos permita hacer todo aquello que ahora no podemos hacer de la manera que querríamos», en palabras del concejal de Cultura, Daniel Recasens, quien concretó que la intención es que vaya «más allá de la exhibición».

A falta de la redacción de los proyectos básico y ejecutivo, el consistorio ha definido como «necesidades» que el Centro Católico tiene que ser un espacio identificado como la sede estable de la coordinación y el acompañamiento de acciones, programas y festivales en el ámbito escénico, así como un lugar de encuentro de los agentes teatrales y un sitio de preparación y desarrollo para producciones. «Los teatros Fortuny y Bartrina están muy ocupados y lo que no es la exhibición no acostumbra a tener cabida», señaló Recasens.

El nuevo equipamiento también permitirá realizar ensayos y formaciones artísticas y ofrecerá una casa a la asociación Bravium Teatre y a entidades culturales. «Se conjuran la recuperación de un edificio simbólico que tiene una serie de carencias con la visión de ciudad volcada con la cultura, no tan sólo con la exhibición, sino también con la creación», valoró la alcaldesa de Reus, Sandra Guaita.

Con el convenio con el Arzobispado de Tarragona firmado, que otorga la cesión del derecho de superficie del recinto en favor del Ayuntamiento por un periodo de 50 años, el ejecutivo local está a punto de convocar el concurso de proyectos que permitirá tener un programa funcional definitivo. Las obras de rehabilitación está previsto que se inicien en el 2025 y el precio de la intervención se calcula que será de unos 3 millones de euros. Para financiarla, habrá una aportación por parte de la Diputación de Tarragona.

El sistema de adjudicación del contrato será vía un concurso de proyectos restringido en dos vueltas. La primera estará abierta a todos los arquitectos que quieran optar y se valorará el currículum y la experiencia. Cinco de los candidatos se clasificarán a la segunda fase, en la que presentarán una propuesta de intervención. El jurado valorará criterios como la coherencia, la sostenibilidad, el aprovechamiento de la superficie y la viabilidad técnica y económica.

Espacio para el Arzobispado

El Centro Católico está conformado por tres plantas. La planta baja, donde está el teatro, será la que cambie menos. Recasens detalló que el espacio se puede mejorar «técnicamente», pero que el aforo se puede tocar «muy poco». En el resto de pisos, se distribuirán la parte reservada al Arzobispado y las habitaciones que satisfagan las necesidades previstas.